Este 19 de octubre se conmemora el Día Mundial de la Lucha Contra el Cáncer de Mama, la patología oncológica más frecuente en las mujeres españolas por delante del cáncer colorrectal y el de pulmón. No en vano, son un 30% de los cánceres diagnosticados en ellas y se calcula que este 2023 se producirán alrededor de 35.000 nuevos diagnósticos en nuestro país, según cifras de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM). Fuera de nuestras fronteras, el cáncer de mama se ha convertido ya en el tumor más diagnosticado del mundo, superando por primera vez al de pulmón, según se desprende de los últimos datos del Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (IARC).
De esta manera, el cáncer de mama viene experimentando un continuo crecimiento durante los últimos años. En parte, debido a los progresivos avances en las tecnologías de detección temprana y la cada vez mayor esperanza de vida de la población. No en vano, el mayor envejecimiento de las personas conlleva más riesgo de aparición de tumores, al reducirse los mecanismos genéticos de defensa y prolongarse el tiempo de exposición a los factores de riesgo asociados a esta enfermedad. Entre estas circunstancias contraproducentes se encuentran el sedentarismo, el consumo de tabaco y alcohol, la contaminación ambiental o la obesidad.
“A día de hoy se ofrece en todo el territorio la realización de una mamografía bienal a mujeres con una cobertura que ronda el 100%"
La mayor incidencia de estos casos viene asociada a importantes avances en las estrategias de cribado dentro de nuestro país. Unas iniciativas basadas en la gran relevancia que supone poder detectar estas patologías de manera temprana para favorecer considerablemente las posibilidades de curación. En esta línea, la mamografía por grupo poblacional se estableció en España en 1990. A partir de entonces, las CC.AA. han avanzado en estos programas de cribado para cumplir los objetivos europeos de ir aumentando el segmento de edad de las mujeres llamadas a tomar parte en el mismo.
En la actualidad, las estrategias autonómicas de chequeos para detectar el cáncer de mama son un ejemplo de éxito común a nivel nacional, pues “a día de hoy se ofrece en todo el territorio la realización de una mamografía bienal a mujeres con una cobertura que ronda el 100%; unas cifras superiores a la media europea y con una participación de las pacientes también por encima de nuestros países vecinos”, según trasladó recientemente a ConSalud.es la Dra. Mónica Granja, secretaria científica de la Sociedad Española de Oncología Médica y oncóloga en el Hospital Clínico San Carlos.
“Gran parte de las CC.AA. han llevado a cabo intervenciones para aumentar la participación en los programas de cribado"
No en vano, desde la Unión Europea se está trabajando para que de aquí al año 2025, el 90% de su población del continente que cumpla los requisitos de un programa de cribado de cáncer de mama –también de cuello uterino o colorrectal- tenga acceso al mismo. Una meta lograda ya en nuestro país, gracias al compromiso nacional en esta causa que forma parte la cartera común del Sistema Nacional de Salud (SNS) y se realiza en todas las CC.AA.
MAYOR COBERTURA
Estos programas de detección precoz del cáncer de mama están recomendados en nuestro país a las mujeres de 50 a 69 años, pero son los servicios de salud de cada región los responsables de lograr que alcance a toda la población objetivo. “Gran parte de las CC.AA. han llevado a cabo intervenciones para aumentar la participación en los programas de cribado; en muchos casos con un enfoque específico dirigido a grupos sociales concretos, población inmigrante –traducción de materiales informativos-, mujeres con diversidad funcional o socialmente vulnerables”, destacaba la Dra. Granja.
En España algunas estrategias autonómicas han venido abriendo el cribado de cáncer de mama a grupos de edad cada vez más amplios en relación al rango actual de 50 a 69 años
Del mismo modo, desde las instituciones europeas se puso sobre la mesa la recomendación de ampliar este programa de detección precoz a todas las mujeres de entre 45 y 74 años, dadas algunas evidencias de su conveniencia. Si bien, queda pendiente de cada país marcar los plazos. En sintonía con esto, en España algunas estrategias autonómicas han venido abriendo el cribado de cáncer de mama a grupos de edad cada vez más amplios en relación al rango actual de 50 a 69 años.
Hace apenas un año, la Región de Murcia se convirtió en la primera autonomía española en seguir las actuales recomendaciones de la Unión Europea de realizar el cribado bianual a un mayor rango de edad -mujeres de 45 a 74 años- con el fin de alcanzar a más población. Poco después y de manera similar, Andalucía desveló que este 2023 situaría la población diana entre los 47 y 71 años, ampliación del cribado de cáncer de mama a cinco nuevos grupos de edad (47, 48, 49, 70 y 71 años), y comprometiéndose también a reubicarlo entre 40 y 75 años en el futuro.
Asturias se unió a las dos anteriores en la iniciativa de extender de forma progresiva el programa de detección precoz a partir de 2024
Por su parte, este pasado miércoles la Consejería de Sanidad de Asturias se unió a las dos anteriores en la iniciativa de extender de forma progresiva el programa de detección precoz a partir de 2024, hasta alcanzar a las mujeres de entre50 y 74 años para 2028. Igualmente, Extremadura comenzará a citar a partir del primer trimestre de 2024 a las mujeres de 49 años sin antecedentes familiares para someterse al cribado. Más allá de ellas, todas las CC.AA. disponen del habitual cribado poblacional y tienen pendiente entrar a formar parte de la recomendación europea para su ampliación. A modo de ejemplo, la Comunidad de Madridcuenta con el programa Deprecam, destinado al cribado de la población femenina madrileña de entre 50 y 69 años.