Durante el mes de octubre se inician las actividades extraescolares para niños y adolescentes. La mayoría de ellas, actividades deportivas. El doctor Gonzalo Samitier, cirujano ortopédico especializado en rodilla, hombro y lesiones deportivas de Centro Médico Quirónsalud Aribau cuenta qué debemos saber sobre las lesiones deportivas en niños, cuál es su tratamiento y, sobre todo, como poder prevenirlas.
El cirujano ortopédico explica que los más pequeños tienen peor coordinación motora y tiempos de reacción más lentos que los adultos, además maduran a ritmos diferentes, por lo que existen diferencias marcadas de estatura y peso entre niños de la misma edad. A medida que los niños van creciendo y se van haciendo más fuertes, el riesgo de lesiones aumenta, en gran medida debido a su mayor fuerza física. "Y esas lesiones, en un tercio de los casos, ocurren durante práctica deportiva", detalla el especialista. Quien indica que se dividen en dos grandes grupos: las lesiones por un traumatismo y las lesiones por esfuerzos de repetición o de sobrecarga.
Las lesiones traumáticas más frecuentes son los esguinces de ligamentos (tobillo, rodilla), distensiones musculo-tendinosas (cadera, muslo), las fracturas (cualquier localización) y las luxaciones (hombro, rótula). Estas lesiones, aunque no exclusivas, son especialmente comunes en deportes de equipo competitivos como fútbol, baloncesto, balonmano, rugby; en deportes que involucran movimientos repetitivos como el tenis, béisbol, voleibol, y en deportes en los que pueden ocurrir caídas como el ciclismo, esquí, la gimnasia o los deportes de lucha.
El cirujano ortopédico del Centro Médico Quirónsalud Aribau, aconseja la no especialización en un deporte a edad excesivamente temprana
Según asevera el clínico, el deporte en niños y adolescentes es completamente diferente de lo que solía ser; antes se trataba de respirar aire fresco y divertirse, ahora, si un niño hace un deporte específico, puede entrenar cinco días a la semana y los fines de semana, durante todo el año, e incluso pertenecer a varios equipos. Los padres deben tener cuidado, porque los niños en desarrollo todavía tienen los cartílagos de crecimiento abiertos y estos responden de manera única al estrés.
Otro problema es la especialización temprana, que sitúa a los niños en una posición de riesgo de sufrir lesiones por sobreuso, como fracturas de estrés y lesiones agudas, como roturas del ligamento cruzado anterior (LCA) y de meniscos. "El problema básicamente es que cuando los niños hacen lo mismo, una y otra vez, y no practican otros deportes, continuamente estresan la misma parte del cuerpo provocando lesiones; los médicos, entrenadores y padres deben saberlo para poder tomar mejores decisiones, como establecer límites en cuanto al número de horas e intensidad de los entrenamientos en los niños y sobre todo saber frenar cuando aparecen los primeros síntomas", explica.
Un estudio de más de 1200 atletas de entre 8 y 18 años mostró que los niños que entrenaban mucho en un solo deporte tenían un 70% más de probabilidades de sufrir lesiones por sobreuso, que a veces requieren hasta seis meses de tiempo de recuperación; no es infrecuente que esta incapacidad de poder hacer deporte por periodos prolongados secundario a una lesión lleve en consecuencia al efecto contrario que buscábamos, aislamiento social, abandono del deporte y un estilo de vida sedentario. A los niños les fue mejor si seguían una guía básica: "La cantidad de horas por semana dedicadas a entrenar para un solo deporte debería ser menor que la edad del niño", indica.
El 40% de todas las lesiones relacionadas con los deportes ocurren en niños entre 5 y 14 años. A menudo se insta a los niños que se muestran como una promesa temprana a "concentrarse y especializarse" a edades muy tempranas; en contraposición a esta filosofía, un estudio belga encontró que los niños de entre 10 y 12 años que practicaban varios deportes estaban en mejor forma física y tenían una mejor coordinación motora que los niños que se especializaban en un deporte a una edad tan temprana; esto además se ha visto que puede suponer una potencial ventaja futura a partir de la adolescencia una vez que el deportista se suele centrar en un solo deporte.
El especialista recomienda calentar y estirar antes y después de jugar, tomar descansos durante el año, especialmente si se siente cansancio o dolor
Algunos consejos son, por ejemplo, la no especialización a edad excesivamente temprana, asegurarse de que su hijo comprenda las reglas del deporte y se tome su tiempo en aprender bien la técnica, el contar con una equipación adecuada (calzado, protectores, campo de juego), calentar y estirar antes y después de jugar, tomar descansos durante el año, en especial si se siente cansado o con dolor. La nutrición e hidratación así mismo deben ser adecuadas para el tipo de deporte; su hijo debe estar en buenas condiciones físicas al iniciar cualquier deporte.
El especialista indica que se debe tener especial atención en las niñas jóvenes que llevan el deporte y la dieta a extremos pues estas son altamente susceptibles a la denominada "tríada de la atleta femenina". De acuerdo con el cirujano ortopédico, las tres condiciones que se dan en estas deportistas, generalmente de alto nivel, son: desorden alimenticio, disfunción menstrual y osteoporosis prematura (baja densidad ósea para la edad). Precisamente es este debilitamiento óseo lo que hace que estas deportistas sean susceptibles a sufrir fracturas por sobrecarga, lo cual puede ser el primer signo de alarma ante esta situación.
El tratamiento de la tríada de la atleta femenina a menudo requiere la ayuda de un equipo de profesionales médicos que incluye a su médico, su preparador físico, un nutricionista y un consejero psicológico.