Aproximadamente 5 de cada 1.000 recién nacidos tendrán una lesión o daño cerebral de forma aguda o imprevista durante o poco después del nacimiento. Esta lesión, llamada daño cerebral sobrevenido cuando ocurre de forma aguda, es más frecuente en los prematuros y especialmente prematuros. Cuando hablamos de prematuro, hacemos referencia al bebé nacido antes de 37 semanas, mientras que el gran prematuro es aquel que nace por debajo de las 28 semanas.
Como explica a ConSalud.esJuan Arnáez, presidente de la Fundación NeNe y neonatólogo en el Hospital Universitario de Burgos, “el 50% de los niños por debajo de las 28 semanas suelen tener alguna dificultad en la evolución de la conducta, en el aprendizaje o en la visión”. Este es el daño cerebral que más atención precisa en la actualidad en nuestro país y, por esta razón, desde la fundación que preside Arnáez, exigen datos objetivos para establecer medidas de prevención, y asignación y gestión de recursos.
“El 50% de los niños por debajo de las 28 semanas suelen tener alguna dificultad en la evolución de la conducta, en el aprendizaje o en la visión”
De hecho, la magnitud del daño cerebral sobrevenido en el periodo neonatal no se conoce en España. Sí sabemos, explica el neonatólogo, que en Reino Unido 26 de cada 1.000 recién nacidos prematuros sufren esta afección. “Sabemos que entre el 5 y el 10% de los nacimientos en España son prematuros, y también sabemos que las tasas de parálisis cerebral están disminuyendo, pero es difícil establecer un porcentaje de daño”, sostiene Arnáez.
Es cierto que existen estrategias para cuidar a una madre que está en riesgo de tener un parto prematuro. “El bebé prematuro nace sin avisar”, señala el presidente de la fundación, por lo que “la prevención antes de nacer es muy difícil”, asevera. “Aunque si se sabe que la madre se va a poner de parto porque se rompa la bolsa, pero después pasan otras semanas y el bebé no ha nacido, sí se utilizan corticoides y sulfato de magnesio, para ayudar a la maduración del pulmón y reducir las lesiones en el cerebro”.
CUIDAR AL PREMATURO ANTES Y DESPUÉS DEL INGRESO
Aunque ya existen estas medidas preventivas, el presidente de la fundación asegura que “ahora el foco está puesto en cómo cuidar al bebé prematuro dentro del hospital para prevenir todas esas lesiones”. Como indica el experto, es importante cuidar la transición ingreso-alta. “Se necesita que haya un cuidado especializado durante el ingreso. Se necesitan enfermeras especializadas que sepan cómo manejar a un bebé prematuro”.
Además, este cuidado especializado interfiere directamente en cómo se va a desarrollar el prematuro y en el éxito de su maduración cerebral. Es tal su influencia que podemos decir, en palabras del neonatólogo, que “hay una serie de cuidados enfermeros especializados del bebé prematuro que son el 80% del éxito de que un bebé madure bien cerebralmente”.
"Los cuidados enfermeros especializados son el 80% del éxito de que un bebé prematuro madure bien cerebralmente"
Otras de las estrategias que deberían implementarse en España para el abordaje de estos niños es la atención especializada en el resto de áreas. “El bebé prematuro muchas veces no puede coordinar, le cuesta comer, tragar y respirar”, indica el experto. “Tampoco hay una universalización o homogeneización en el soporte especializado después del alta del bebé prematuro”, asevera.
Implementar estas estrategias –cuidarles de forma especializada durante el ingreso y darle soporte especializado cuando reciben el alta- “son dos formas importantes de minimizar esas discapacidades”, afirma Arnáez.
También, insiste, “es importante incorporar a las familias como agentes terapéuticos”, apunta. “El hecho de que estén los padres en las unidades neonatales funciona como un tratamiento para los bebés”, continúa, “pero todavía hay unidades en las que los padres sólo pueden ir de visita a ver a su hijo”. “Es algo que todavía no está logrado en nuestro país, pero las unidades deben tener la estructura para que madres y padres vivan dentro de las habitaciones en las unidades neonatales”.