Preservación de tejido ovárico en pacientes con cáncer infantil: “Tenemos criterios muy específicos"

Las pacientes de Oncología Pediátrica que pueden preservar el tejido ovárico son aquellas que engloben tratamientos con un riesgo superior al 50% de posible gonotoxicidad

Niña con cáncer infantil. (Foto: Freepik)
Niña con cáncer infantil. (Foto: Freepik)
Itziar Pintado
13 noviembre 2023 | 00:00 h

En España, cada año se diagnostican 1.500 casos de cáncer infantil. De esta cifra, 1.100 son menores de 0 a 14 años y el resto mayores de 14, según datos de la Federación Española de Padres de niños con Cáncer. A pesar de estas cifras, los datos de supervivencia superan el 80%, aunque el objetivo es alcanzar el 100%.

Algunas de las secuelas en los tratamientos como la quimioterapia condicionan la fertilidad a medio y largo plazo de los pacientes con cáncer. En esta línea, la criopreservación nace hace más de 30 años para garantizar a las pacientes con enfermedades oncológicas la posibilidad de ser madres en algún momento de su vida.

Se han adherido un total de 135 niñas a esta iniciativa con el objetivo de preservar la capa externa del ovario para poder gestar en un futuro

Sin embargo, hasta hace escasos años, estos métodos solo eran posibles en adultos en los hospitales españoles. En concreto, el Hospital Universitari i Politècnic La Fe inició en 2008 un programa de preservación de la fertilidad con el objetivo de que la enfermedad en edad temprana no interfiera en la futura fertilidad de las pacientes. Ahora, se han adherido un total de 135 niñas a esta iniciativa con el objetivo de preservar la capa externa del ovario para poder gestar en un futuro.

“Como esta técnica de la criopreservación ovárica todavía se considera algo experimental, sí que tenemos unos criterios muy específicos a la hora de ofrecer esta técnica a las familias”, explica en declaraciones a ConSalud, Mara Andrés, oncohematóloga pediátrica que coordina el programa de Preservación de la Fertilidad del Hospital Universitari i Politècnic La Fe en menores con cáncer.

“Informamos en general a todos los implicados, pero solamente en aquellos protocolos que engloben tratamientos con un riesgo superior al 50% de posible gonotoxicidad”

El procedimiento incluye todos los pasos necesarios para comunicar a la familia cómo es el proceso y protocolo de selección de pacientes. “Informamos en general a todos los implicados, pero solamente en aquellos protocolos que engloben tratamientos con un riesgo superior al 50% de posible gonotoxicidad”, reconoce la doctora.

Otro de los criterios principales en la selección es la edad. “En principio lo hacemos entre año y medio o dos años, aunque se podría hacer desde bebés, pero se sabe que existe más riesgo anestésico”, asegura la oncohematóloga. Además, a estos principios se le añade el pronóstico de la enfermedad y “que la paciente esté en buenas condiciones físicas”, reconoce.

COMUNICACIÓN CON LAS FAMILIAS

En los métodos de criopreservación de tejido en pacientes de Oncología Pediátrica, los padres tienen un papel relevante. El poder de decisión, especialmente en aquellos con hijos de edades más pequeñas, recae en el padre, madre o tutor. “Principalmente se habla con los padres, aunque si son mayores de 12 años también se busca su consentimiento”, señala Andrés.

“Nosotros para la toma de decisión valoramos si es una menor madura o inmadura en la decisión de llevar a cabo la criopreservación”

En las decisiones sanitarias, la edad legal para elegir, considerando la norma de cada comunidad, son los 16 años. “Nosotros para la toma de decisión valoramos si es una menor madura o inmadura en la decisión de llevar a cabo la criopreservación”, explica la doctora. “En esta franja de edad, casi siempre los menores son maduros y entienden toda la información perfectamente”, asegura.

Sin embargo, los doctores valoran “la autorización de los padres para abordar el tema”, explica Andrés. Además, es importante comunicar este proceso una vez se haya informado a la paciente del diagnóstico y el tratamiento. “Siempre intentamos que no sea en el mismo momento del diagnóstico porque es demasiada información toda a la vez, entonces debe ser progresivo”, matiza.

GARANTÍAS DE EMBARAZO

La preservación de tejido ovárico no garantiza en su totalidad la gestación a futuro. Esto ocurre en todos los procedimientos, tanto en adultos como en pacientes infanto-juveniles. Sin embargo, sí se estudia el tejido para comprobar la presencia o no de células cancerosas que puedan transmitirse al embarazo.

“Las pacientes que necesitan someterse a estos programas pertenecen a un grupo muy pequeño de la población y nada garantiza que pueda funcionar”, apunta Mara. “Nosotros le contamos a la paciente que, por ahora, tenemos las certezas científicas de que funcionará, aunque no podemos garantizar que salga bien”, añade.

Algunas pacientes no necesitan recurrir a este método porque pueden quedarse embarazadas por su propio pie. Pero, en los casos particulares donde necesitan de este programa, “aunque no sea garantía de embarazo, merece la pena intentarlo”, porque existe un porcentaje elevado de pacientes adultas que sí han podido ser madres gracias a este proceso.

Los contenidos de ConSalud están elaborados por periodistas especializados en salud y avalados por un comité de expertos de primer nivel. No obstante, recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.
Lo más leído