La tasa de prevalencia del VIH, el virus causante del sida, sigue descendiendo en una tendencia que se inició en 2010 y se ha mantenido pese a la Covid. En 2019, la tasa era de 7,46 casos de VIH por 100.000 habitantes, según datos del Ministerio de Sanidad. La trasmisión en personas que se inyectan drogas y comparte aguja, así como la sexual entre heterosexuales y homosexuales sigue bajando gracias a la concienciación, el tratamiento, pero sobre todo la PrEP.
La Profilaxis de Preexposición al VIH (PrEP) es un fármaco antirretroviral capaz de prevenir hasta más de un 90% la probabilidad de infección por VIH. Es una pastilla azul de uso hospitalario o que se administra en centros especializados y aprobados que toman las personas en riesgo de adquirir el virus bien por sus prácticas sexuales. Tanto los que tienen una vida sexual activa con diferentes parejas, realizan sexo anal sin protección, practican el chemsex o trabajan de ello. También aquellos que son usuarios de inyección de drogas y comparten la jeringuilla.
Desde el 1 de noviembre de 2019 la modalidad diaria se incluye en el Sistema Nacional de Salud (SNS) para estos perfiles. Sin embargo, debido a la pandemia principalmente, y a una operación lenta por parte de algunas Comunidades Autónomas, no ha sido hasta ahora que se ha implantado en todo el país. “En los últimos dos meses se ha implementado en Asturias, Canarias y Baleares que eran en las que todavía no estaban disponibles”, señala para este medio Ramón Espacio presidente de la Coordinadora Estatal del VIH y sida (CESIDA).
“El medicamento permite realizar prácticas sexuales de riesgo e incluso sexo sin preservativo sin que la gente se infecte"
La Covid-19, pese a no haber afectado en principio al número de diagnósticos, sí que ha afectado a la administración de la PrEP, según explica el presidente de CESIDA. “Durante el confinamiento hubo un parón en algunas zonas, no se hicieron controles, seguimiento ni tratamiento. En otros sitios no admitieron a otras personas que iniciaban el programa”.
Tras la cuarentena poco a poco la normalidad se fue recuperando, aunque centros como los de Madrid y Barcelona se colapsaron ante la cantidad de ITS que han aparecido con la pandemia y con el retraso de diagnósticos. Grosso modo la pandemia “va a suponer un retraso en todo, incluido la implementación de la PrEP”, destaca Espacio.
DE 2.000 PERSONAS SOLO TRES CASOS
Ante la falta de una vacuna eficaz que permita erradicar el VIH,la PrEP es actualmente el tratamiento esencial para reducir la trasmisión del virus y poco a poco erradicarlo en el mundo. Según explica Jorge del Romero, director del Centro Sandoval de Madrid, el medicamento ha demostrado claramente su eficacia.
“El medicamento permite realizar prácticas sexuales de riesgo e incluso sexo sin preservativo sin que la gente se infecte, aunque esto lleva al aumento del resto de ITS”, indica Del Romero. Con los datos que tiene “si la PrEP estuviera en todo el mundo esto se acababa, y solo tendríamos que dar tratamientos retrovirales a los que ya tengan el virus”.
“Aquí lo administramos desde enero de 2020 a 2.000 personas, desde entonces solo dos personas se han infectado en ese periodo, y una tercera le administramos la PrEP pero ya tenía VIH”. Este, al igual que el resto de tratamientos retrovirales, fue mandado desde el Centro Sandoval y desde los hospitales a las casas de los pacientes durante los meses del confinamiento gracias a la telemedicina.
Para del Romero la situación es sencilla: “El diagnóstico y el tratamiento de todas las personas con el virus es crítico, y en el caso de la PrEP, si lo toman, se evitarán el contagio”. Por ejemplo, si una pareja heterosexual quiere tener hijos por gestación natural, con que uno de ellos se trate con el medicamento el virus no se trasmite, y pueden tener hijos sin problemas. De hecho desde enero, el Sandoval ha atendido 350 embarazos naturales. Por lo que insiste en que “si la PrEP se establece en todo el mundo erradicaremos el VIH”.