La Organización Mundial de la Salid (OMS) define la preeclampsia como un trastorno hipertensivo que puede producirse durante el embarazo, siendo una de las principales causas de enfermedad y mortalidad materna y neonatal a nivel global. De forma general suele ocurrir transcurridas las 20 primeras semanas de gestación y hasta seis semanas después del parto, aunque en casos raros puede manifestarse incluso antes. Las estimaciones indican que la preeclampsia afecta a entre tres y el cinco por ciento de todos los embarazos.
Algunos de los principales síntomas que permiten su diagnóstico temprano son la hinchazón, el aumento repentino de peso, dolores de cabeza y problemas de visión. La agencia de salud de la ONU advierte que no todas las mujeres que padecen preeclampsia presentan los mismos síntomas.
Un reciente estudio publicado por la revista JAMA Network ha evaluado si existe una asociación entre la preeclampsia materna y posibilidad de que la descendencia tenga un mayor número de posibilidades de sufrir cardiopatía isquémica o accidente cerebrovascular. Las enfermedades cardiovasculares son las responsables de aproximadamente un tercio de todas las muertes que se producen en el mundo. Dentro de este grupo, la cardiopatía isquémica y el ictus son las dos principales causas de muerte.
Con el objetivo de identificar una posible relación entre la preeclampsia y el riesgo en la descendencia de desarrollar ciertas enfermedades cardiovasculares, el estudio multinacional de cohortes basado en la población obtuvo los datos procedentes de los registros nacionales de Dinamarca, Finlandia y Suecia, o que se traduce en una muestra de casi 8,5 millones de participantes.
La cohorte de estudio incluyó 8.475.819 nacimientos de los que 188.670 (2,2%) estuvieron expuestos a preeclampsia materna
A los nacimientos únicos vivos de Dinamarca (1973-2016), Finlandia (1987-2014) y Suecia (1973-2014) se les realizó un seguimiento hasta el 31 de diciembre de 2016 en Dinamarca, y el 31 de diciembre de 2014 en Finlandia y Suecia. Los análisis de datos se realizaron entre septiembre de 2020 y septiembre de 2022. Los diagnósticos de cardiopatía isquémica y accidente cerebrovascular se extrajeron de los registros de pacientes y causas de mortalidad. Se realizaron además análisis adicionales de hermanos con el objetivo de controlar factores familiares que no hubiesen sido tenidos en cuenta.
La cohorte de estudio incluyó 8.475.819 nacimientos de los que 188.670 (2,2%) estuvieron expuestos a preeclampsia materna. De estos, 7.446 (0,1%) padecieron cardiopatía isquémica y 10.918 (0,1%) sufrieron un accidente cerebrovascular en el periodo de seguimiento medio de 19,3 año.
Atendiendo a las conclusiones, los hijos que estuvieron expuestos prenatalmente a la preeclampsia materna presentaron un riesgo hasta 33% veces mayor de cardiopatía isquémica. Si hablamos del riesgo de padecer un accidente cerebrovascular este se eleva hasta el 34% en la niñez y la edad adulta temprana. Estas asociaciones no se explican de forma completa atendiendo a otros factores como los partos prematuros.
“Los resultados de este estudio sugieren que los hijos nacidos de personas con preeclampsia tenían un mayor riesgo de cardiopatía isquémica y accidente cerebrovascular que no se explicaba completamente por el parto prematuro”, recalcan los autores, concluyendo que “los riesgos asociados de accidente cerebrovascular eran mayores para las formas más graves de preeclampsia”.