La inteligencia artificial (IA) ha revolucionado el paradigma sanitario. La era digital ha llegado para quedarse, y con ella, numerosas herramientas que han dado un giro al abordaje de numerosas enfermedades. Hablamos de dispositivos capaces de controlar la insulina, de herramientas capaces de interpretar informes médicos y hacerlos accesibles a los pacientes, y también de dispositivos que son capaces de detectar y controlar patologías tan complejas como las enfermedades neurológicas.
Y es que, un 34% de los dispositivos médicos basados en IA están dirigidos específicamente a su utilización para enfermedades del sistema nervioso central. Y de todos ellos, el 37% tienen un uso potencial en Neurología. Así lo afirman los últimos datos de la Food and Drug Administration (FDA), que aseguran que en la actualidad existen más de 520 dispositivos que utilizan la IA y son aplicables en la medicina.
De hecho, se prevé que el campo de la Neurología sea uno de los que más se beneficie de estas herramientas tanto para el diagnóstico como para el tratamiento de sus enfermedades. Así lo afirmaba también la Sociedad Española de Neurología (SEN) en su 75ª edición de la Reunión Anual. Es más, en este encuentro, los expertos debatieron sobre la irrupción de herramientas como ChatGPT que han supuesto “un antes y un después”.
“La inteligencia artificial está permitiendo detectar a pacientes con riesgo de padecer enfermedades neurodegenerativas y realizar diagnósticos más precisos en casos de deterioro cognitivo”
Según nos cuenta el Dr. Jesús Porta-Etessam, presidente de la Sociedad Española de Neurología (SEN), en declaraciones a ConSalud.es, herramientas como la inteligencia artificial y las nuevas técnicas de análisis están transformando el abordaje médico. “La inteligencia artificial está permitiendo detectar a pacientes con riesgo de padecer enfermedades neurodegenerativas y realizar diagnósticos más precisos en casos de deterioro cognitivo”, afirma.
Entre las novedades destaca el uso de dispositivos portátiles para controlar a pacientes con párkinson. Estas herramientas registran las variaciones motoras durante las 24 horas del día, permitiendo un seguimiento más detallado. “Es como tener un registro continuo del estado del paciente”, explica el experto.
Otro avance clave ha sido el uso de ultrasonidos focalizados para tratar el temblor esencial y las cefaleas intratables. Este procedimiento, que se aplica en casos muy seleccionados, está revolucionando el tratamiento del dolor crónico y trastornos del movimiento. “Los ultrasonidos están demostrando ser una herramienta muy eficaz en pacientes seleccionados, tanto para el temblor esencial como para determinadas cefaleas”, señala el presidente de la SEN.
“Los ultrasonidos están demostrando ser una herramienta muy eficaz en pacientes seleccionados, tanto para el temblor esencial como para determinadas cefaleas”
Además, la pandemia de COVID-19 impulsó el desarrollo y la aceptación de la teleconsulta, especialmente beneficiosa para pacientes con enfermedades neurodegenerativas avanzadas. “La consulta no presencial permite evaluar al paciente a distancia y evitar desplazamientos innecesarios”, comenta el Dr. Porta-Etessam.
En el ámbito del dolor y la epilepsia, los sistemas de estimulación eléctrica están ganando protagonismo. Estos dispositivos envían pequeñas descargas a áreas específicas del cerebro o nervios, mejorando los síntomas en casos muy concretos. “Es una técnica que está ayudando a mejorar la calidad de vida de pacientes seleccionados”, indica el neurólogo.
Estos avances no solo suponen una mejora en los resultados clínicos, sino también en la calidad de vida de los pacientes y sus familias. La tecnología, integrada en la práctica clínica, se consolida como una aliada indispensable en la lucha contra las enfermedades neurológicas. “La tecnología nos está permitiendo avanzar más rápido que nunca”, concluye.