Los riñones son órganos que se encargan de filtrar nuestra sangre, dado que la depuran reteniendo lo que nuestro organismo si puede aprovechar y elimina a través de nuestra orina lo que no necesita. Por ello su labor principal es desintoxicar y depurar nuestro cuerpo.
Uno de los principales trastornos o problemas que tiende a afectar a los riñones es la aparición de cálculos o piedras. Estos son un material sólido que se forma en el interior de estos órganos a partir de diferentes sustancias que encontramos en la orina, siendo los más comunes las piedras de calcio.
Entre los factores que aumentan el riesgo de desarrollar cálculos renales están ser hombre y los antecedentes familiares entre otros
Los cálculos renales son el resultado de la formación y aglomeración de cristales en una orina supersaturada, a causa de dos fenómenos físicos. Por un lado la concentración anormalmente elevada de sales en la orina y por otro, el desequilibrio entre los factores que favorecen y los que inhiben a la concentración de los productos en la orina.
CÁLCULOS RENALES
Los cálculos o piedras principalmente son causados por niveles elevados de calcio, fósforo y oxalato en la orina. Pero hay que tener en cuenta que sus causas dependen directamente del tipo de cálculo que se haya formado.
Los cálculos de calcio se producen por un exceso del mismo, cuando parte del calcio no utilizado por los huesos y músculos, y que va a los riñones, no es eliminado a través de la orina y se acumula con el tiempo. Suele ser el más común.
Los cálculos de ácido úrico se forman cuando existe demasiado ácido úrico en la orina. Surgen sobre todo como consecuencia de seguir una dieta muy rica en proteínas, o tras haber recibido tratamiento de quimioterapia. Algunos medicamentos también tienden a aumentar los niveles de ácido úrico.
Los cálculos de estruvita suelen ser habituales en mujeres, niños y ancianos, quienes son más susceptibles debido a que son más propensos a las infecciones del tracto urinario. Están compuestos generalmente de amoníaco y magnesio fosfato. Las bacterias se pueden encontrar en los riñones o en la sangre.
Los cálculos de cistina pueden no ser fáciles de prevenir, ya que suele estar causado por una enfermedad hereditaria conocida con el nombre de cistinuria. Por este motivo no tiende a ser tan común.
Entre los factores que aumentan el riesgo de desarrollar cálculos renales están los antecedentes familiares, ser hombre y la cantidad de líquido ingerida entre otros.