El verano es el momento de mayor disfrute del año. El buen tiempo y las vacaciones suponen un importante momento para recuperarse de los esfuerzos que se realizan durante el invierno y descansar. Es también, sin embargo, la época en la las personas se tienen que seguir cuidando y, sobre todo, que puede suponer una amenaza para la salud de los más vulnerables. El calor y la deshidratación pueden suponer un importante problema que cause una descompensación de las patologías crónicas que sufren algunos pacientes.
Se estima que casiel 50% de los mayores de 65 años son polimedicados, es decir, toman más de cinco medicamentos. Son personas pluripatológicas, con diversas necesidades médicas, dependientes y especialmente vulnerables. Conocidos también como crónicos complejos estos pacientes tienen que enfrentar durante el verano los retos de no exponerse a altas temperaturas, hidratarse, mantener la adherencia terapéutica, asegurarse que no les faltan medicamentos y enfrentar la disminución de la atención sanitaria debido al periodo vacacional de los profesionales sanitarios.
Dr. Benítez: “La diarrea del viajero cuando se tiene 70 años puede suponer la desestabilización de las patologías"
Como señala a ConSalud.es el Dr. Javier Benítez, doctor en Medicina, especialista en Medicina Familiar y Comunitaria y en Geriatría y diplomado en Gerontología Social, la estacionalidad, tanto con el frío como con el calor, son épocas que pueden llevar a desestabilización de patologías crónicas.
“Con las altas temperaturas empeoran patologías como cardiopatías, nefropatías o la diabetes, y a su vez se producen problemas de salud como gastroenteritis por los cambios del agua o las comidas abundantes”, señala. “La diarrea del viajero cuando se tiene 70 años puede suponer la desestabilización de las patologías y la necesidad de que un facultativo intervenga para corregir la situación”, explica el Dr. Benítez.
CONSEJOS EN TRATAMIENTOS E HIDRATACIÓN
Para evitar estas situaciones es importante mantenerse, principalmente si se es una persona pluripatológica, fuera de la exposición del calor y encontrarse bien hidratado. “Es algo que no siempre es sencillo, principalmente si tenemos en cuenta que algunos de los tratamientos que toman los pacientes deshidratan, lo que hace especialmente necesario que las personas se alejen de las zonas de calor y de la exposición del sol”, explica Carina Escobar, presidenta de la Plataforma de Organizaciones de Pacientes (POP).
Escobar: “En verano nos solemos relajar y eso se penaliza en la adherencia y en la evolución de estos pacientes que son más frágiles en estas épocas”
El correcto mantenimiento de los fármacos es un proceso complejo en sí mismo, debido a la gran variedad que tienen prescritos un único paciente polimedicado. Escobar señala la importancia de mantenerlos lejos del calor, vigilar cuáles son necesarios mantener en temperatura ambiente y cuáles en frío, y organizar correctamente el pastillero.
En verano es, aún más importante, que los pacientes sean conscientes de las dosis que han de tomar y las tengan organizados. Estas personas cuentan con tratamientos complejos a los que se suman diferentes dificultades que pueden influir en una incorrecta toma o incluso una baja adherencia. “En verano se vuelve importante que los profesionales sanitarios realicen un seguimiento de los mayores y las personas crónicas complejas con varios tratamientos para que sigan la toma durante este tiempo”, recalca Escobar.
En este sentido, es importante que antes de que lleguen las vacaciones, el personal sanitario haga un esfuerzo de educación sobre la importancia de no tomar el sol, hidratarse bien, no consumir alcohol y no olvidarse de tomar los tratamientos. El paciente, por supuesto, también tiene que poner de su parte. “En verano nos solemos relajar y eso se penaliza en la adherencia y en la evolución de estos pacientes que son más frágiles en estas épocas”, recuerda Carina Escobar.