La toma de fármacos no siempre constituye una mejora en el estado de salud. El número de pacientes polimedicados ha aumentado considerablemente en los últimos años, llegando, según un estudio del Grupo de Trabajo en Utilización de Fármacos de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC) al 8,9% de población mayor de 14 años. Este fenómeno es cada vez más común debido al envejecimiento de la población, el aumento de enfermedades crónicasy los avances farmacológicos. Pero el perfil de prevalencia no solo incluye a enfermos mayores y crónicos. “Tampoco podemos olvidar a niños y jóvenes con patologías crónicas complejas o procesos complejos de enfermedad” asegura Carina Escobar, presidenta de la Plataforma de Organizaciones de Pacientes (POP).
Generalmente, dentro de este perfil, se incluye a personas, hombres o mujeres, en edades avanzadas, de 65 años o más y que tienen dos o más patologías crónicas, además de dos o más medicamentos prescritos. Los jóvenes, sin embargo, corren el riesgo de ver afectado su desarrollo debido a esta carga. En este caso, requieren especial atención porque “inician tratamientos a edades vitales para su desarrollo y crecimiento y que requieren de tratamientos con menor toxicidad y evidencia específica sobre seguridad” explica Escobar.
“El reto de conseguir adherencia en estos pacientes polimedicados es responsabilidad de todos: pacientes, cuidadores, y profesionales”
Además, la interacción entre fármacos, las reacciones adversas o la falta de cumplimiento de los tratamientos, constituyen un riesgo asociado a la polifarmacia. En general, la falta de adherencia supone un hecho casi inevitable, debido al exceso de medicación. “El reto de conseguir adherencia en estos pacientes es responsabilidad de todos: pacientes, cuidadores, y profesionales” asegura Escobar.
EL RIESGO DE LOS EFECTOS ADVERSOS
Tanto el incremento de fármacos en un paciente como una posible equivocación, o la falta de adherencia, pueden generan un riesgo elevado en el empeoramiento de su salud y hasta la hospitalización por una complicación grave.
La presidenta de la POP señala el riesgo ante la interacción entre medicamentos y una mayor probabilidad de “riesgo de caídas, deterioro de calidad de vida y aumento de la morbimortalidad”. “Necesitamos que la sociedad y los pacientes crónicos con alta carga de tratamientos o no, cuidadores y familias sean más conscientes del riesgo y el beneficio de los tratamientos y que la polimedicación conlleva mayores riesgos y requieren de cuidado mayor” ha añadido.
Como ya adelantaba, los pacientes de edades avanzadas son más propensos a sufrir efectos adversos tras una alta carga de tratamientos médicos. El riesgo a sufrir problemas tras el consumo de los fármacos va más allá de un número elevado de tratamientos. “Incuso porque tienen duplicadas las pautas de medicamentos o porque hay una falta de seguimiento muy importante” asegura Escobar.
“Necesitamos profesionales sanitarios y sociosanitarios bien formados en comunicar e informar a estos pacientes y sus cuidadores; así como sistemas de información y canales de comunicación entre médicos, enfermeras, y farmacéuticos que permitan garantizar el uso seguro de los medicamentos y poder actuar precozmente”
Desde la POP señalan que “necesitamos profesionales sanitarios y sociosanitarios bien formados en comunicar e informar a estos pacientes y sus cuidadores; así como sistemas de información y canales de comunicación entre médicos, enfermeras, y farmacéuticos que permitan garantizar el uso seguro de los medicamentos y poder actuar precozmente”.
Las revisiones periódicas es otro de los factores clave para asegurar la adherencia a los medicamentos, junto con prescripciones adecuadas. En este punto, la contribución del farmacéutico comunitario y la farmacia hospitalaria es decisiva para comunicarse con los pacientes y “tener en cuenta los aspectos fundamentales para el uso seguro de los medicamentos”. Finalmente, Escobar ha destacado “la labor de la enfermería, esencial para una detección precoz ante situaciones de riesgo”.
FARMACIA COMUNITARIA, UN ÓRGANO CLAVE
Ante esta preocupación extendida sobre el riesgo que conllevan estos tratamientos y el aumento de estos pacientes en los últimos años, Andoni Lorenzo Garmendia, presidente del Foro Español de Pacientes (FEP), señala la importancia de las administraciones en la gestión de la atención primaria y especializada. “Es muy importante que se establezca una buena comunicación entre el médico de atención primaria y la farmacia comunitaria, ellos son quienes deben estar comunicados”
El objetivo, según apunta el presidente del FEP, es contribuir a una mayor cooperación sanitaria y, para ello, insta a las autoridades competentes en materia sanitaria nacional a luchar por estas mejoras y promover la seguridad del paciente. “Necesitamos una sanidad mucho más equitativa y mucho más avanzada” señala Lorenzo.
La igualdad en los procesos y la equidad entre Comunidades Autónomas son dos aspectos clave para una correcta atención a los pacientes polimedicados
La importancia de construir una sanidad equitativa en todos los lugares de España es una de las preocupaciones más recurrentes. Lorenzo, ha asegurado, como en esta falta de cooperación, aún queda mucho por trabajar. “En el caso de Madrid, dependiendo del área en donde estés domiciliado, tienes acceso a un tratamiento o no lo tienes, y esto no puede ser así. Se necesita un proceso igualitario dentro de las Comunidades Autónomas” recalca Andoni. La igualdad en los procesos y la equidad entre Comunidades Autónomas son dos aspectos clave para una correcta atención clínica.
La situación sanitaria y biopsicosocial de los pacientes es clave en el proceso, siendo, en algunas ocasiones, “uno de los problemas más característicos que les hace tremendamente vulnerables y expuestos a errores en la gestión de su medicación, falta de recursos físicos, psíquicos, sociales, soledad no deseada, educación y aspectos económicos” matiza la presidenta de la POP.
“El uso seguro de los medicamentos es un problema de Salud Pública por ello es muy importante una mayor inversión en conseguir corresponsabilizar a la sociedad y especialmente a pacientes crónicos” concluye Escobar.