Paula tenía dos meses cuando le aparecieron los primeros signos de la dermatitis. En sus mejillas comenzaron a aparecer irritaciones que posteriormente le supuraba. “Lloraba mucho y tenía la cara muy colorada”, recuerda su padre. Ante el picor de la cara, y posteriormente también de los brazos, se frotaba contra las mantas, contra las sábanas o contra el hombro de quien estuviera a su lado. Por las noches no podía dormir, y por el día estaba triste y se sentía diferente a los demás niños.
Sus padres lo intentaron todo para mejorar la condición de Paula. “Probamos todos los remedios caseros y los que nos daba el pediatra. Al principio, los corticoides y las cremas con corticoides mejoraban su piel, pero luego la irritabilidad regresaba el doble de lo que la tenía”. Añoraban una solución. La niña crecía y cada vez estaba más afectada por la dermatitis. Hasta que hace cuatro meses, consiguieron plaza para el Centro de Hidroterapia EAU Thermale Avène del grupo farmacéutico y dermocosmético Pierre Fabre. Entonces la situación de Paula cambió.
Alba Crespo: “En Avène hemos podido aislar y purificar este componente al que denominamos I-modulia y sobre el que se ha podido demostrar que posee propiedades anti-inflamatorias e inmunomoduladoras"
El manantial de agua termal de Sainte Odile, donde se emplaza el centro de hidroterapia, fue descubierto en 1736 en Avène-les-Bains y sus propiedades terapéuticas se investigan desde 1743. Pese a los años transcurridos el agua se ha mantenido estable y con su bajo contenido de sales minerales controlado, como destaca un estudio publicado en 2020 por la Dra. Julie Lions. Las investigaciones realizadas en los últimos años han reflejado que el agua del manantial disminuye el enrojecimiento,alivia las molestias de la piel, la repara, limita la sobreinfección de heridas y las previene. También se ha demostrado que modula los mastocitos, las células dendríticas (DC) y las células T CD4+.
“El termalismo abarca mucho más que la hidroterapia, adquiriendo en los últimos años un lugar destacado en la educación terapéutica. La terapia, que durante mucho tiempo ha sido vista como una alternativa a los tratamientos farmacológicos, debe posicionarse como un tratamiento coadyuvante de las dermatosis crónicas, con el objetivo de reducir a mediano y largo plazo la gravedad de la enfermedad y la drogodependencia”, señalaba Didier Guerrero, dermatólogo de las Termas de Avène y autor de un estudio publicado en enero de 2020.
“MEJORAN DE FORMA NOTABLE EN SU PATOLOGÍA DERMATOLÓGICA”
Como señalan diferentes estudios y explica a Consalud.es la dermatóloga y directora médica de Avène, Alba Crespo, la composición mineral y biológica de esta agua termal es única, con un perfecto equilibrio de calcio y magnesio, el pH neutro y rico en silicatos y activos biológicos. Las últimas investigaciones han revelado que el agua termal de Avène además de su composición mineral también tiene un patrimonio biológico fruto de un microorganismo denominado “Aquaphilusdolomiae”. “En Avène hemos podido aislar y purificar este componente al que denominamos I-modulia y sobre el que se ha podido demostrar que posee propiedades anti-inflamatorias e inmunomoduladoras en los procesos de la piel, en concreto los que tienen un componente inflamatorio, procesos de cicatrización o restauración de la misma o sensibilidad”, añade Crespo.
En países como Francia, donde se enclava este balneario y 60 más, es habitual que se recete hidroterapia para la dermatitis atópica. De hecho, “la seguridad social francesa cubre con los gastos de esta cura termal precisamente por el beneficio tanto a corto como a largo plazo que tienen los pacientes que la reciben”, matiza Crespo.
El padre de Paula: "La piel empezó a regenerarse, no se hacía heridas tan fácil al rascarse y el sueño mejoró. La mejoría fue de un 80%”
Los pacientes que llegan sufren diferentes patologías cutáneas como la dermatitis atópica, la psoriasis, la ictiosis, los grandes quemados y las toxicidades cutáneas por tratamiento oncológico. Independientemente de su gravedad, todos los pacientes experimentan una mejoría notable, “aunque en algunos casos hay pacientes que deben repetir el tratamiento por ejemplo en dos temporadas, una cada año”, explica Alba Crespo. “En el caso de Paula, ya desde la primera semana disminuyeron los síntomas como el picor y en 3 semanas se consiguió una mejoría notable con incluso la desaparición de algunas lesiones que eran muy persistentes”, continúa.
Cuenta el padre de Paula que el cambio en la piel “fue evidente”. “Empezó a regenerarse, no se hacía heridas tan fácil al rascarse y el sueño mejoró”, añade. Han pasado cuatro meses desde que Paula recibió el tratamiento. Tras él, las heridas que antes costaba cerrar con corticoides, evolucionan bien y se han cerrado. “Hay unos picores temporales que son muy tenues que, quizás, con otra asistencia a las aguas desaparezcan porque la mejoría fue de un 80%”, celebra el progenitor.
Y aquellos que no pueden acceder al centro termal cuentan con otras opciones para acceder a esta agua tan beneficiosa. “Afortunadamente el agua termal de Avène se comercializa en farmacias en formato spray. Esta agua se embotella directamente en la salida del manantial, es decir que cuando la utilizas es como si la aplicases directamente desde el manantial, conservando todas su propiedades calmantes y desensibilizantes terapéuticas para la piel”, concluye Crespo.