El pilates es mucho más que una moda. Hoy, el método que nació a principios del siglo XX de la mano de Joseph Humbertus Pilates y sus ejercicios basados en la coordinación de cuerpo, mente y espíritu son la base del pilates terapéutico, “una herramienta más de la Fisioterapia para el tratamiento, la prevención y la readaptación de las lesiones”, explica la fisioterapeuta de Ribera Polusa y coordinadora del Servicio, Andrea Rodríguez. Y no solo eso. El pilates terapéutico se ha demostrado también muy adecuado para personas con una vida sedentaria, para quienes mejorar su equilibrio, coordinación, flexibilidad, agilidad y movilidad articular, corregir patrones posturales o de movimiento y también prevenir dolores musculares y articulares.
Con el objetivo de facilitar el acceso a esta disciplina, la Clínica Santo Domingo, del hospital Ribera Polusa, ha organizado una jornada de puertas abiertas para las sesiones de pilates terapéutico el próximo 30 de noviembre. Previa inscripción por correo electrónico (fisio.csd@riberacare.com) o teléfono (982 10 57 56), se formarán ocho grupos de cinco personas para participar en las clases de una hora, de 10 a 14 horas y de 17 a 21 horas, dirigidas por fisioterapeutas de la clínica, que además tienen formación de pilates terapéutico.
“Es una disciplina individualizada y adaptada a cada paciente y cada patología”, explica Andrea Rodríguez, quien asegura que las clases en el gimnasio del centro siempre tienen un máximo de cinco personas, que previamente han acudido a clases individuales para aprender los principios básicos del método y los patrones de respiración, y se forman grupos lo más homogéneos posible, ya que son muchos y variados los perfiles de pacientes que acuden a estas sesiones.
"Es una disciplina individualizada y adaptada a cada paciente y cada patología"
“Es cierto que los colectivos más populares en pilates son aquellos que practican otros deportes y la población de edad avanzada, pero el pilates terapéutico es también muy recomendable para personas que llevan una vida muy sedentaria o mujeres embarazadas”, explica la fisioterapeuta de Ribera Polusa, el hospital que gestiona el grupo sanitario Ribera en Lugo. Factores como la edad, el sexo o el estado físico no influyen a la hora de realizar los ejercicios.
Las clases se inician con el calentamiento o la movilidad articular, continúan con la concienciación corporal y el trabajo respiratorio, la activación del core y el suelo pélvico y el trabajo de fortalecimiento muscular, y la parte final consiste en una secuencia de estiramientos. “Durante la clase, se varían las posiciones, en bipedestación, cuadrupedia o tumbados, y la mayoría de los ejercicios pueden realizarse con materiales que facilitamos en la clínica, como pelota, cinta o aro, que dificultan o facilitan el ejercicio y permiten avanzar en flexibilidad, equilibrio y agilidad”, explica Andrea Rodríguez.