Con la llegada del verano vienen las altas temperaturas que, unidas a las zonas destinadas a que las personas se refresquen, como son las fuentes, ríos o lagos, aumentan la proliferación de mosquitos. Esto se traduce en más picaduras de los insectos durante la época estival que, a pesar de que no suele ser lo más común, puede derivar en la aparición de alergias.
Los mosquitos “pican”, cuando penetran la piel de la persona empleando una parte de su boca para alimentarse de la sangre. Mientras está realizando esta acción, inyecta en la piel saliva, que tiene ciertas sustancias, como proteínas, que generan un efecto local inflamatorio. La reacción del cuerpo a la saliva del insecto es lo que se conoce como picadura.
Así, se genera una inflamación que suele presentar un picor intenso, siendo esta la reacción inmediata más frecuente. Esta reacción puede ser pequeña o grande, con un proceso inflamatorio mucho más marcado y un edema en la zona. La situación puede ir evolucionando hacia reacciones más complejas, como infección en la zona.
De este modo, la sintomatología puede ser local, que se divide entre inmediata o tardía, o puede producir una reacción sistémica, que se clasifica en leve o grave. Sin embargo, estas últimas suelen ser poco comunes. “Las reacciones sistémicas, tanto leves como graves, son excepcionales”, comenta para ConSaludel doctor David Baquero, alergólogo y miembro de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC).
David Baquero: “Las reacciones sistémicas, tanto leves como graves, son excepcionales”
En lo relativo a las reacciones locales, estas se caracterizan por la inflamación, el enrojecimiento o el calor en la zona de la picadura. Los síntomas pueden aparecer de forma tardía, teniendo lugar horas después del momento en el que se ha sufrido la picadura. Además, en algunos casos las reacciones locales pueden comprometer la articulación por encima de la picadura, como explica el doctor Baquero. “Me pica en el dedo y puedo llegar hasta a tener un edema o hinchazón de todo el brazo del mismo lado de la picadura”, añade el experto, que aclara que se trata de reacciones tardías más complejas, que pueden evolucionar a una infección y requerir tratamientos con antibióticos.
Por otro lado, las picaduras pueden producir reacciones sistémicas, aunque suelen ser casos excepcionales. Estas se caracterizan por la afectación de órganos, produciendo ronchas por todo el cuerpo, dificultad respiratoria, pérdida del conocimiento,mareos, afectación del sistema cardiovascular o edema de labios o lengua, entre otros. En caso de que haya afectación de varios órganos, se habla de anafilaxia. Sin embargo, al ser poco comunes, generalmente las picaduras de mosquito no suelen comprometer la vida del paciente. “En España hay casos muy contados de reacciones sistémicas, creo que solo hay descritos dos de ellos”, aclara el experto.
Otro tipo de reacción asociado a las picaduras de estos insectos es el conocido como síndrome de Skeeter, que describe a aquellos pacientes que, tras la picadura del mosquito, presentan reacciones locales grandes acompañadas de fiebre. Suele afectar a niños sanos y puede ser similar a un proceso infeccioso. La diferencia con los procesos infecciosos es que este síndrome se caracteriza por la rápida aparición de la reacción tras la picadura, mientras que la infección es más continuada en el tiempo.
FACTORES DE RIESGO Y TRATAMIENTOS
La probabilidad de sufrir reacciones alérgicas puede aumentar debido a una serie de factores de riesgo, como los antecedentes familiares de alergia, los antecedentes personales de reacciones previas o patologías propias del paciente como las inmunodeficiencias. “Cuando el sistema inmunitario no es competente, ya sea de forma adquirida o primaria, este no puede combatir la inoculación de la saliva del mosquito y se terminan produciendo infecciones un poco más complejas en el paciente”, argumenta el doctor Baquero.
Además, la infección por el virus de Epstein-Barr, causante de la mononucleosis infecciosa, también podría aumentar el riesgo de sufrir reacciones locales extensas graves a picaduras de mosquito.
Si se está experimentando una reacción alérgica, se podría tomar un antihistamínico para disminuir el picor. También, bajo prescripción de un alergólogo, se puede echar corticoides tópico en la zona de la picadura, que ayudará a frenar el proceso inflamatorio. En caso de que la reacción local haya derivado a una infección, el médico puede recetar antibióticos. En lo relativo a las reacciones sistémicas, el tratamiento puede ser con antihistamínicos o, en casos graves, adrenalina.
David Baquero: “Cuando el sistema inmunitario no es competente, no puede combatir la inoculación de la saliva del mosquito y se terminan produciendo infecciones un poco más complejas en el paciente”
En este sentido, se debe consultar a un médico de urgencia en caso de que la picadura haya comprometido el sistema cardiovascular o respiratorio. Esto indicará una reacción alérgica grave que requerirá que el paciente se traslade rápidamente a un servicio de urgencias.
A pesar de esto, de acuerdo con el doctor de SEAIC, el mejor tratamiento es la evitación. Para ello, es necesario reducir las poblaciones locales de mosquitos, a través de la eliminación de áreas de agua estancada, insecticidas o trampas para mosquitos. A su vez, a nivel personal las personas pueden protegerse mediante prendas de vestir adecuadas y repelentes químicos adecuados para la piel y la ropa. Además, también es recomendable el uso de mosquiteras.
En la actualidad, para saber si una persona es alérgica a las picaduras de mosquito, se puede hacer una prueba cutánea rápida que demuestra si el paciente presenta una gran sensibilización a estas situaciones, y así evitar riesgos o estar prevenidos.
Las picaduras de mosquito común no suelen dar graves problemas, pero hay una especie invasora en España que es más preocupante y que suele producir reacciones locales extensas. Se trata del mosquito tigre (Aedes albopictus), procedente del sudeste asiático, que apareció en el país en 2004. Este mosquito es un insecto de gran tamaño, cuyo aguijón atraviesa con facilidad la ropa, y que solo pica de día. A su vez, existen otro tipo de insectos, los himenópteros (avispas, abejas y hormigas), que producen con mayor facilidad reacciones anafilácticas, causando más problemas que el mosquito común.