Con la llegada del verano es muy frecuente recibir alguna que otra picadura. Mosquitos, avispas, abejas u otros insectos que pueden generar picaduras molestas y, en algunas personas, incluso una reacción alérgica. Sin embargo, pese a ser pequeñas lesiones recurrentes, las picaduras de insectos que presentan un aspecto diferente o localizadas en diferentes zonas del cuerpo pueden alarmar a los padres y madres de niños pequeños.
De manera general, existen una serie de recomendaciones a seguir para controlar las picaduras en los más pequeños. “Aplicar hielo, aunque nunca de manera directa, y limpiar la zona suavemente con agua y jabón, sin frotar y con cuidado de no romper la ampolla, para evitar una infección secundaria”, aconseja la pediatra y alergóloga, Cristina Ortega Casanueva, miembro de la Sociedad Española de Inmunología Clínica, Alergología y Asma Pediátrica (SEICAP) en una entrevista a ConSalud.es.
Los antihistamínicos vía oral y los corticoides tópicos también reducen los picores o la inflamación, ambos deben ser prescritos por un pediatra alergólogo
Aunque también existen otras alternativas para reducir los picores o disminuir la inflamación. Se trata de los antihistamínicos vía oral y los corticoides tópicos, según cuenta la pediatra, “pero ambos siempre deben haber sido prescritos previamente por nuestro pediatra alergólogo”. Y aunque existen otras opciones, siempre deben emplearse con precaución y teniendo en cuenta la edad del niño.
En línea con esto, la doctora habla del uso de productos a base de amoníaco. “Proporciona alivio rápido tras la picadura tanto de insectos, como de animales marinos o plantas urticantes, pues el amoníaco neutraliza el veneno y frena rápida y eficazmente el picor y la irritación de la piel”, matiza. Sin embargo, “este tipo de productos no debe emplearse en menores de dos años”, advierte.
En cualquier caso, todos los insectos van a presentar reacciones y, aunque estos productos pueden sanar el picor o la irritación –cada uno con sus indicaciones pertinentes por parte de los expertos- es recomendable observar cómo reacciona el menor. “Las reacciones locales suelen consistir en inflamación, dolor, eritema y prurito de la zona de la picadura, donde se ha inoculado el veneno”, explica. Aunque también pueden producirse reacciones graves, como un cuadro anafiláctico “potencialmente mortal”. “Las reacciones generalizadas o sistémicas afectan a varios órganos u aparatos, y son las que pueden adquirir tal gravedad que pueden llegar a comprometer la vida”, alerta.
¿QUÉ PRODUCTOS SON EFICACES PARA EVITAR LAS PICADURAS?
Para evitar la molestia de una picadura o, como ha explicado la doctora, las posibles reacciones más graves, existen formas de repeler algunos insectos. Una solución que no es viable para todos los menores es el uso de productos repelentes. Como señala la experta, “en la piel de los niños más pequeños –por debajo de los dos años-, no es aconsejable aplicar repelentes. Es preferible usar mosquiteras para el carrito y la cuna”.
Entre los productos que deben evitarse entre los niños también está, por ejemplo, la N-Dietil-meta-toluamida, “conocida como DEET”, indica Ortega. El uso de estos productos con una concentración superior al 10% está desaconsejado, según apunta la experta. “Además, por la gran absorción cutánea que presentan, también se desaconseja aplicarlo a niños menores de dos años o sobre piel erosionada”, puntualiza.
Tampoco debe emplearse en la piel de los menores de dos años productos como el 2-(2-hidroxietil)-1-metilpropiléster, conocido como Bayrepel, un repelente que “tiene una efectividad comparable a la DEET”. Aunque en estos niños no es aconsejable, para el resto de menores sí surge efecto y, además, tiene “pocos efectos tóxicos”.
"El aceite de citronela es un repelente efectivo, poco tóxico y con olor agradable"
Pero, ¿y qué puedo usar en pieles de niños menores de dos años? Un ejemplo es el aceite de citronela. “Es un repelente efectivo, poco tóxico y con olor agradable”, detalla Ortega. Aunque el tiempo de protección es más reducido que en los repelentes químicos, es decir, de dos horas. En esta línea, y con una duración más extensa, está el aceite de eucaliptus. “Es un repelente potente, eficaz y con un olor agradable”, detalla la doctora. Además, su duración se extiende hasta las 6 horas, matiza, aunque “se desaconseja utilizar velas perfumadas con estos aceites mientras el niño duerme”, concluye.