Las picaduras de mosquitos e insectos son mucho más frecuentes durante el verano. Arañas, abejas, avispas, mosquitos, hormigas o incluso medusas son algunos de los animales que más suelen picar en esta época del año.
Aunque la mayoría de estas picaduras se pueden tratar desde nuestra propia casa, lo cierto es que también pueden llegar a causar reacciones alérgicas, infectarse o incluso generar enfermedades como la malaria o la fiebre amarilla, que aunque no son muy comunes en España, en otros países sí son más frecuentes.
Dependiendo del insecto que nos pique, la reacción a la picadura se traducirá en nuestro organismo de una manera u otra. No es lo mismo que nos pique una araña, un mosquito o una medusa. Aunque todos por lo general nos suelen provocar sensación de ardor, enrojecimiento e hinchazón. ¿No sabes identificar que insecto te ha picado y cómo debes actuar?
Arañas. Normalmente las mordeduras de araña no suponen ningún riesgo para la salud de las personas. Se pueden identificar fácilmente, ya que aparecerá una mancha roja con dos puntos en el centro. En el caso de que sea este insecto el que te pique, lo importante es que laves con agua y jabón la zona afectada y apliques hielo. En caso de reacción alérgica grave, acudir inmediatamente al médico.
Abejas. Son unas de las picaduras más frecuentes durante el verano. Sus principales síntomas son el dolor, la hinchazón, el picor y enrojecimiento. Normalmente es un dolor que suele durar hasta incluso dos horas después de haber clavado el aguijón. En caso de picadura, lo ideal es actuar rápidamente y quitar el aguijón con cuidado, ayudándose de unas pinzas. Después, aplicar hielo y lavar la zona con agua y jabón.
Avispas. Habitualmente se tiende a relacionar las picaduras de avispa y las de abeja, sin embargo no son iguales. En el caso de las picaduras de avispas, estas no dejan el aguijón, se puede identificar con una mancha blanca y un punto en el centro. Para tratarlas, lo mejor es lavar la picadura con agua fría y jabón y a continuación aplicar un antiséptico.
Mosquitos. Otras de las picaduras más comunes. Suele aparecer un bulto hinchado y enrojecido a los pocos minutos de picarnos. El Centro para el Control y Prevención de enfermedades (CDC) recomienda lavar el área con agua y jabón, aplicar hielo durante 10 minutos, aplicar una mezcla de bicarbonato de sodio y agua o una crema contra la comezón.
Hormigas. Las hormigas rojas muerden y pican. Son agresivas cuando pican e inyectan un veneno que causa una sensación de ardor. Para su tratamiento, hay que lavar la picadura con agua y jabón para evitar una infección o aplicar hielo o compresas frías sobre la picadura de hormiga para reducir la hinchazon y aliviar el picor.
Medusas. Otras de las picaduras más frecuentes durante el verano, sobre todo si vamos de vacaciones a la playa. En cuanto a sus síntomas, los más frecuentes son el dolor, picor intenso, enrojecimiento e inflamación de la zona afectada. Para tratarlas lo primero que hay que hacer es limpiar la zona afectada de la picadura, nunca debemos usar agua dulce para ello, lo mejor es optar por sueros o agua salada. Aplicar frio durante 15 minutos y si hay tentáculos quitarlos con unas pinzas. No frotarse ni con arena ni la propia toalla. También se puede administrar un antihistamínico, para frenar la reacción alérgica, y un analgésico para el dolor.
Y en caso de agravamiento o reacción alérgica grave es importante acudir de inmediato al centro sanitario más cercano para una valoración.