En España, son varios los colectivos que llevan décadas esperando ayudas económicas que recompensen de alguna manera el sufrimiento y los daños físicos y emocionales que le causaron distintas enfermedades, ocasionadas por diferentes imprudencias que no fueron originadas por ellos sino que vinieron de actores externos. Es el caso, por ejemplo, de las víctimas del síndrome tóxico o enfermedad del aceite de colza, o los afectados por la talidomida.
Pese a esta desesperanza, motivada por la falta de acuerdo político e institucional para compensarles, parece que algunos de los afectados podrán empezar a beneficiarse de algunas ayudas. Así se desprende del proyecto de Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2021 que en el capítulo relativo a los Servicios Sociales incorporan una dotación de créditos por valor de 47,5 millones de euros para estos dos colectivos.
Las ayudas a las víctimas de la talidomida son las reguladas en los PGE del año 2018, con un crédito de 20 millones de euros
Por una parte, se ha consignado un crédito de 27,5 millones de euros para proteger a los afectados por el síndrome tóxico. Según el departamento que dirige Pablo Iglesias, “se establecen una serie de prestaciones de pago, denominadas pensiones de incapacidad temporal, invalidez permanente, jubilación, viudedad y orfandad, y ayudas de carácter social de apoyo económico y reinserción social del afectado y de su familia, como la ayuda económica familiar, la ayuda domiciliaria en tareas domésticas, reintegro de gastos protésicos y de farmacia”. Se estima que en España hay más de 20.000 afectados por el envenenamiento del aceite de colza.
Y por otra parte, se dota un crédito de 20 millones de euros para atender a las ayudas sociales distintas a los afectados por la talidomida entre los años 1950 y 1985, el fármaco de Grunenthal. Según los PGE, se atenderá así a las ayudas “reguladas por la Disposición adicional quincuagésima sexta de la Ley 6/2018, de 3 de julio, de Presupuestos Generales del Estado para 2018”. Según la Asociación de Víctima de la Talidomida en España (Avite), en este periodo serán unas 3.000 personas las víctimas, de las que unas 500 permanecen con vida.