En ciertas etapas de la vida nos encontramos en la situación de no saber resolver ciertos problemas y las emociones están más allá de lo que podamos soportar. Sentir un alto nivel de tristeza, de apatía y de culpabilidad no son sentimientos que una persona debería tener, pero que actualmente 280 millones de hombres, mujeres, niños y niñas se enfrentan a esto.
Ladepresión es un trastorno frecuente y que puede llegar a convertirse en un problema de salud serio, especialmente cuando es más que recurrente.
Sin embargo, existen medios que ayudan a mitigar estos síntomas y que pueden ofrecer una solución, como por ejemplo ir a terapia. Para ello es imprescindible reconocer el problema, y eso no es fácil.
"Intentaba convencerme a mi misma de que yo podía llevar esto sola, pero llegó un momento en el que toque fondo y ahora tengo el doble de trabajo por delante"
A pesar de que se ha avanzado bastante en el mito del papel de los psicólogos y haberlo desligado con la locura, hay personas que deciden no acudir a terapia porque consideran que no les sucede nada o incluso que ellos mismos pueden solucionarlo.
Es lo que le ocurre a Sarah, una joven de 22 añosque desde hace años sabía que algo en su vida no iba bien. “Intentaba convencerme a mi misma de que yo podía llevar esto sola, pero llegó un momento en el que toqué fondo y ahora tengo el doble de trabajo por delante. Yo sé que debería haber ido antes al psicólogo”.
Fueron años, muchos problemas personales y un esfuerzo irremediable por intentar curar lo que para ella ahora no tiene solución y que además le ha llevado a sentirse como se siente hoy: insegura, con miedo, sin saber cómo enfrentarse a algunos problemas… Pero, aunque solo lleva un par de meses acudiendo a terapia, asegura que el psicólogo le ha beneficiado porque para ella “es mi lugar seguro, un espacio donde puedo abrirme completamente sin sentirme juzgada y ser comprendida”.
Sarah acudió a tiempo a terapia, pero hay personas que no se han podido sentir como se sentía Sarah, aliviada por un momento en su vida. “El suicidio está ahí. Desde la pandemia la cosa está empeorando tanto a nivel de diagnósticos como a nivel de suicidio consumados, tentativa de suicidio que no se han logrado o también cada vez hay más jóvenes que se autolesionan, y esto puede ser una de las causas por acudir tarde al psicólogo”, explica Paula García Valverde Fonseca, psicóloga experta en trastorno mental grave y en suicidio.
"El psicólogo es mi lugar seguro, un espacio donde puedo abrirme completamente sin sentirme juzgada y ser comprendida"
“Las cosas no se solucionan porque sí. Además de un empeoramiento de la sintomatología, posponer una cita a terapia solamente empeora o enquista conductas que terminan siendo patologías. Si yo cuando me encuentro mal no lo cuento y cuando me encuentro bien me acostumbro a no hacerlo, no es algo bueno y que puede acarrear graves problemas”, asegura García.
La experta asegura que “uno acaba yendo a terapia cuando ya está todavía peor y si no entiendo una depresión, estoy perpetuando que sea lo habitual y que sea normal que yo me sienta triste. Perpetuar el dolor se puede transformar en un "mi vida no vale nada”.
EL COSTE DE LA TERAPIA ¿EL CAUSANTE DE NO ACUDIR A TIEMPO?
Paula, como psicóloga y terapeuta, da la razón de que quizás uno de los principales causantes de no acudir a terapia es por el alto precio de estas charlas. “Ir a terapia puede resultar muy caro y no puede ser apto para todos los bolsillos”. En España, el precio medio de una sesión puede oscilar entre los 45 y 70€.
Sarah sabía que ya era demasiado tarde para seguir esperando y decidió acudir a un psicólogo privado, pero tiene claro que para ella aunque “ir al psicólogo me supone un esfuerzo económico, no me parece caro porque he priorizado mi salud mental ante otros caprichos, porque para mí la salud mental es más importante que todo lo demás”.
"No se trata de que los psicólogos rebajen sus precios, sino de que se impulse por parte de distintos organismos medidas para que la terapia sea accesible a cualquier persona que lo necesite"
La falta de psicólogos y el aumento de pacientes con problemas mentales son algunas de las causas que España se encuentre saturada ante un gran pandemia invisible. A finales de julio, se daban a conocer la oferta de plazas PIR para la convocatoria de Formación Sanitaria Especializada de 2022-2023. En total, este próximo año se ofertarán - provisionalmente - 23 plazas PIR más que el año pasado, lo cual hace un total de 227 vacantes para formarse como especialista en Psicología Clínica.
En este contexto, desde AnPIR, alegaban que “de 2018 a hoy, hemos crecido en 80 plazas PIR”. Aunque “evidentemente no es suficiente”, este incremento al menos pone de manifiesto el compromiso real con la mejora de la salud mental de los españoles.
Aun así, Paula sabe cuál puede ser una de las soluciones más factibles ante este problema: “No se trata de que los psicólogos rebajen sus precios, sino de que se impulse por parte de distintos organismos medidas para que la terapia sea accesible a cualquier persona que lo necesite”.