Desde mediados de abril, se ha estado observando un mayor número de casos de hepatitis aguda infantil en el mundo. Actualmente, se calcula que España tiene ocho casos confirmados y cinco probables. En el mundo los casos ascienden hasta los casi 170 niños.
Por el momento se ha confirmado un fallecido en Reino Unido, donde se registran la mayoría de casos (114), se han tenido que realizar 17 trasplantes hepáticos y el resto de los niños evolucionan favorablemente. Sin embargo, la falta de información sobre su causa, cómo se trasmite o si se va a producir un aumento de casos en nuestro país, está produciendo cierta incertidumbre en la sociedad.
Ante ello, las sociedades pediátricas llaman a la calma y a la cautela. Así lo han manifestado en un comunicado conjunto firmado por la Sociedad de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica (SEGHNP), la Sociedad Española de Infectología Pediátrica (SEIP) y la Sociedad Española de Urgencias de Pediatría (SEUP), junto con la Asociación Española de Pediatría (AEP)
La alteración de la función del hígado es "un fenómeno relativamente frecuente en una serie de enfermedades comunes en la infancia como son los procesos infecciosos"
En el documento indican que "a día de hoy" todavía no se ha identificado una causa única que justifique el aumento de casos. Como señalaba esta semana la Organización Mundial de la Salud (OMS), aunque las sospechas de principal causa recaen sobre un adenovirus, el tipo 41, lo cierto es que este patógeno no explicaría la severidad del cuadro clínico y nunca se había relacionado con una presentación clínica como una hepatitis aguda infantil.
Mientras se sigue estudiando el origen de esta inflamación hepática, los pediatras recuerdan que la alteración de la función del hígado es "un fenómeno relativamente frecuente en una serie de enfermedades comunes en la infancia como son los procesos infecciosos, así como que, en la mayoría de estos casos, la afectación hepática es leve y autolimitada". En estos casos los niños presentan síntomas como marcado, dolor abdominal, náuseas, vómitos o diarrea
Los casos de hepatitis aguda grave son menos habituales y no siempre están relacionado con agentes infecciosos, sino que también estarían implicados intoxicaciones, interacciones medicamentosas o enfermedades crónicas hepáticas ya existentes.
EXTREMAR LA VIGILANCIA
Ante los nuevos casos, las diferentes sociedades insisten en mantener cautela y serenidad a la población y a la opinión pública. "No tenemos, a día de hoy, una hipótesis fiable que haga pensar en un crecimiento importante del número de nuevos casos", indican.
Mientras, los profesionales sanitarios de Atención Pediátrica seguirán extremando la vigilancia ante la posible aparición de nuevos casos de hepatitis graves, para diagnosticarlos y tratarlos de forma adecuada.