La diabetes es una enfermedad crónica que en su tipo 1 debuta principalmente en la edad infantil, entre los cuatro y siete años, y la adolescencia, entre los 10 y 14. Aunque no se conocen las causas de esta patología, existen factores de riesgo como la obesidad, y ésta, cada vez más creciente en niños y adolescentes, está llevando a un aumento en los últimos años a al diabetes.
Con motivo, del Día Mundial de la Diabetes, celebrado el 14 de noviembre, la Asociación Española de Pediatría y la Sociedad Española de Endocrinología Pedíatrica han recordado la necesidad de un acceso universal a la atención de esta enfermedad. “El acceso a estas herramientas está condicionado según el nivel de desarrollo económico de los distintos países, pero también en función de la financiación de su uso por parte de los sistemas sanitarios públicos, algo que hace inaccesible el tratamiento para muchas personas incluso en países tan desarrollados como Estados Unidos”, explica el doctor Santiago Conde Barreiro, coordinador del Grupo de Trabajo de Diabetes de la SEEP en notra de prensa. “En otros casos, las crisis sociopolíticas y los conflictos bélicos condicionan el acceso al tratamiento de la diabetes para millones de personas”, apunta el experto.
En España esta desigualdad también existe según el Dr. Conde debido al diferente tratamiento disponible en las diferentes autonomías. "Las políticas sanitarias deberían dirigirse a facilitar que las mejores opciones de tratamiento estén disponibles para aquellos que las necesiten, independientemente de su edad o el lugar donde vivan”, reclama el experto.
Afirma el doctor Conde: “Debemos seguir trabajando en el fomento de la alimentación saludable y la promoción de la actividad física en todas las edades, para frenar la otra pandemia del siglo XXI, que es la diabetes tipo 2"
Existe un acceso diferente a las nuevas terapias como son los sensores para medir la glucosa en sangre sin necesidad de pincharse el dedo como antiguamente. Además, la Covid-19 ha empeorado la situación de algunos pacientes, y principalmente de los nuevos diagnosticados. Según señala la SEEP los nuevos casos de diabetes mellitus tipo 1 se han diagnosticado en ocasiones con más retraso del deseable, condicionando una mayor frecuencia de cetoacidosis diabética, especialmente durante los meses de confinamiento.
En este sentido y para hacer más accesible la atención a los niños se ha desarrollado un proyecto en colegios para mejorar la experiencia escolar de los niños y adolescentes que tienen diabetes mellitus tipo 1 y prevenir desde la infancia los factores de riesgo que se asocian a la diabetes mellitus tipo 2 en edades posteriores. “Aunque en la edad pediátrica vemos pocos casos de diabetes mellitus tipo 2, no podemos olvidar que es la forma de diabetes más prevalente en nuestro país y a nivel mundial. A diferencia del tipo 1, la diabetes mellitus tipo 2 es prevenible, y los principales factores de riesgo asociados a la misma son el sobrepeso y el sedentarismo”.
Por ello, afirma el doctor Conde, “debemos seguir trabajando en el fomento de la alimentación saludable y la promoción de la actividad física en todas las edades, para frenar la otra pandemia del siglo XXI, que es la diabetes tipo 2”.