Los pediatras ofrecen una serie de recomendaciones para viajar a países tropicales con niños

La primera de ellas hace referencia al calendario vacunal infantil y la necesidad de estar al día con el mismo, es decir, tener puestas todas las vacunas correspondientes a la edad del menor.

Niños en un viaje (Foto de Freepik)
Niños en un viaje (Foto de Freepik)
CS
9 julio 2019 | 14:15 h
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La Asociación Española de Pediatría (AEP) advierte de los riesgos que para la salud puede tener viajar a países tropicales con menores de un año, debido a que existen vacunas que, por edad, no pueden administrarse a los menores y sí son necesarias para viajar de manera segura a estos lugares. En este sentido, los pediatras apelan al sentido común de los padres a la hora planificar y tomar medidas que eviten posibles accidentes o el hecho de contraer diversas enfermedades.

Así, una de las primeras medidas es hacer referencia al calendario vacunal infantil y la necesidad de estar al día con el mismo, es decir, tener puestas todas las vacunas correspondientes a la edad del menor. Por otro lado, se deberán tener en cuenta las vacunas no sistemáticas, que van a depender del país a visitar, del tipo de viaje y, por supuesto, de la edad de los viajeros.

Para asegurarse de que hemos puesto todas las vacunas necesarias es conveniente acudir al pediatra quien, en ocasiones, te aconsejará pedir cita en cualquiera de los centros de vacunación internacional dependientes del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social y acudir con el libro de salud del niño o la cartilla donde consten las vacunas puestas.

Una de las primeras medidas es hacer referencia al calendario vacunal infantil y la necesidad de estar al día con el mismo

A su vez, es necesario hacer uso de un botiquín básico, un conjunto de medicinas y otros utensilios que sirven para tratar dolencias comunes o practicar los primeros auxilios en caso de lesiones.

Un buen botiquín debe ser sencillo y contener solo lo necesario. El contenido mínimo básico a la hora de viajar con niños incluye: un termómetro; antiséptico para curar heridas; tiritas para tapar heridas pequeñas; gasas y esparadrapo para cubrir heridas más grandes; suero fisiológico; un medicamento analgésico-antipirético para tratar la fiebre y el dolor; protector solar; repelente de insectos y algún producto para aliviar sus picaduras; y solución de rehidratación oral.

En cuanto al agua es importante que, siempre que se vaya a hacer uso de ella, esté embotellada, incluso para lavarnos los dientes. Si no puede ser agua embotellada, deberá hervirse durante al menos tres minutos desde que se inicie la ebullición. El aparato digestivo está acostumbrado a  un tipo de agua y no es raro cierto grado de inestabilidad gastrointestinal ante la ingesta de otras aguas potables. No es recomendable tampoco utilizar hielo en las bebidas.

En lo que a la ingesta de comida se refiere, conviene recordar que es importante que pelemos nosotros mismos la fruta, o bien, lavarlas con agua embotellada. Tampoco es recomendable consumir el pescado o la carne cruda ni los derivados lácteos no pasteurizados.

En cuanto al agua es importante que, siempre que se vaya a hacer uso de ella, esté embotellada, incluso para lavarnos los dientes

Si a pesar de todo, durante el viaje se inicia un proceso diarreico, lo más importante es evitar la deshidratación ingiriendo líquidos como soluciones de rehidratación oral. Si la situación no mejora o comenzásemos con vómitos o fiebre alta, se debe acudir a un médico.

Todas estas medidas de prevención son necesarias para tener un viaje seguro y placentero, sin embargo, es fundamental que hayan sido tomadas bajo una planificación exhaustiva del viaje. Es necesario contar con tiempo suficiente para ponerse las vacunas necesarias y sus posibles recuerdos antes de viajar, conocer bien qué tipo de ''riesgos'' epidémicos hay en la zona, cuales son las condiciones de salubridad del país, etcétera.

Acudir al pediatra y consultar todas las dudas que puedan surgir al respeto es una excelente manera de comenzar a planificar el viaje. También es importante seguir observando al niño a la vuelta y, sobre todo, si el niño presenta fiebre o diarrea persistente o si en las semanas siguientes se da cualquier problema de salud en el menor es importante acudir al pediatra y recordarle que el niño ha vuelto de un viaje tropical e indicarle la zona en la que ha estado.

Los contenidos de ConSalud están elaborados por periodistas especializados en salud y avalados por un comité de expertos de primer nivel. No obstante, recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.
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