Pedro Gorrotxategi, vicepresidente de la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap), reivindica la necesidad de ofrecer una mayor “educación sanitaria” entre los adolescentes frente al consumo de alcohol y tabaco, en vistas de que “prohibir no soluciona”. Gorrotxategi reclama esta medida después de conocerse un estudio elaborado por el Ministerio de Sanidad, del que se desprende que el 34,6% de los estudiantes de 12 y 13 años reconoce haber consumido alcohol alguna vez en su vida.
En defensa de su reivindicación, el vicepresidente de AEPap ha subrayado que la prohibición de beber alcohol antes de los 18 años ya existe y, sin embargo, el problema "no está solucionado". "El único aspecto necesario es la educación sanitaria. Con las bebidas energéticas nos estamos planteando si prohibir o no prohibir, ¿pero esto soluciona el problema? Estos niños tienen prohibido el consumo de alcohol y tienen prohibido comprarlo pero alguien les facilita el alcohol. El hecho de que prohibamos o pongamos más medidas coercitivas no soluciona el problema. Lo que soluciona el problema es la educación en salud”, ha declarado.
“Es preocupante que su ocio se base en un porcentaje alto en el consumo de alcohol”
El experto cree que es “preocupante para la salud, para la Pediatría y para la sociedad general” que una tercera parte de los niños de entre 12 y 13 años haya consumido alcohol, así como también ve “preocupante que su ocio se base en un porcentaje alto en el consumo de alcohol”. Ante esta dura realidad, Gorrotxategi insiste en educar a los jóvenes, "haciéndoles ver que el alcohol no es bueno para ellos". También recuerda que es importante el papel de los padres, pues "si los niños ven que los padres consumen, les estamos dando el ejemplo de que es una cosa que es buena".
OTROS GRANDES PROBLEMAS EN ADOLESCENTES
Por otro lado, Gorrotxategi ha puesto sobre la mesa otro “problema serio” respecto a los adolescentes, como es el aumento del consumo de los cigarrillos electrónicos: “Los adolescentes no ven los aspectos negativos, entonces yo creo que en las bebidas energéticas y en los cigarrillos habría que poner la atención en los aspectos negativos que tienen", ha declarado.
Asimismo, ha subrayado que el fomento del ocio individual repercute en un uso problemático de internet y un mayor consumo de videojuegos. Esto es algo que supone el sedentarismo para la salud, causando enfermedades como la obesidad y también una pérdida de las relaciones sociales. "El problema está en que el ocio sea una cosa individual, que no haya una comunicación entre niños y niñas en el juego. Ahora los juegos son más sedentarios, más de estar con la maquinita o con Internet, y eso hace que aumente la obesidad infantil y que las relaciones humanas se pierdan", concluye el experto.