La pectina, ¿un neuroprotector en la EM progresiva?: "Exploramos soluciones menos invasivas”

Un proyecto de la Red Española de Esclerosis Múltiple, liderado por el Hospital Virgen de la Macarena, estudia los beneficios de la pectina en las formas progresivas de la enfermedad

Dra. Mª Isabel García Sánchez, coordinadora del Biobanco del Hospital Universitario Virgen Macarena que participa en el estudio de nutrición y esclerosis múltiple. (Foto: Cedida/Montaje ConSalud)
17 octubre 2024 | 19:30 h

¿Podría un ingrediente natural mejorar el pronóstico de los pacientes con Esclerosis Múltiple progresiva? Esta pregunta se responde en una de las últimas investigaciones del Hospital Universitario Virgen de la Macarena que estudia el eje microbiota-intestino-cerebro como fuente de múltiples beneficios en el desarrollo de esta forma de la enfermedad, tanto en la EM Primaria Progresiva (EMPP) como en la EM Secundaria Progresiva (EMSP).

Cuando hablamos de la EMPP, nos referimos a uno de los tipos de esclerosis múltiple que afectan, aproximadamente al 10 o 15% de las personas con EM, según datos de la National Multiple Sclerosis Society (NMSS). En esta forma de la enfermedad no hay caídas al inicio de la enfermedad, ni tampoco remisiones, como destacan desde la entidad. Sin embargo, los síntomas neurológicos “empeorarán gradualmente y su discapacidad aumenta”.

Por su parte, la EMSP tiene una prevalencia de 3 a 50 por cada 100.000 habitantes en la Unión Europea, según una investigación publicada en National Library of Medicine. Este mismo estudio habla de las dudas que todavía existen en la definición de este tipo de esclerosis múltiple, pero afirma que “se caracteriza por un empeoramiento insidioso de la discapacidad con el tiempo, independientemente de las recaídas”.

La pectina es un tipo de fibra que puede actuar como neuroprotector en estas formas de la enfermedad

Precisamente es ese aumento del deterioro en las primeras etapas lo que ha llevado a la Dra. Mª Isabel García Sánchez, coordinadora del Biobanco del Hospital Universitario Virgen Macarena, y al resto del equipo a investigar sobre el efecto beneficioso de ese ingrediente natural del que hablábamos al principio. Se trata de la pectina, un tipo de fibra que puede actuar como neuroprotector en estas formas de la enfermedad. En concreto, el proyecto liderado por la Unidad de Esclerosis Múltiple del centro estudia el 'Efecto de un Prebiótico Neuroprotector en Esclerosis Múltiple Progresiva a través del eje microbiota-intestino-cerebro, y aproximaciones multi-ómicas’.

“Empezamos a ver que los déficits cognitivos pueden estar presentes desde las primeras fases de la esclerosis múltiple y que, además, no es algo sistemático, sino que varía entre pacientes”, explica la Dra. García Sánchez en una entrevista a ConSalud.es. A partir de este momento, los investigadores comenzaron a estudiar “por qué puede ocurrir esto y cómo mejorarlo”, continúa.

¿Y si su origen tiene que ver con la relación microbiota-intestino-cerebro? Se trata de un vínculo que “sabemos que existe desde hace ya unos cuantos años”, indica. Además, ya en estudios previos, llevados a cabo por el doctor Sergio Montserrat de la Paz, responsable del Grupo de Investigación de la Junta de Andalucía en Inmunonutrición e Inmunometabolismo, se ha confirmado la efectividad de la pectina como neuroprotector.

“Ha estudiado en ratones con deterioro cognitivo cómo la pectina mejora la neurodegeneración en el hipocampo y eso hace mejorar, además, la microbiona intestinal”

De hecho, como explica la doctora, el grupo del Dr. Montserrat de la Paz “ha estudiado en ratones con deterioro cognitivo cómo la pectina mejora la neurodegeneración en el hipocampo y eso hace mejorar, además, la microbiona intestinal”. De aquí parte el proyecto del Hospital Virgen de la Macarena que ha sido premiado con una beca de 25.000 euros de Esclerosis Múltiple España (EME) para dar sus primeros pasos.

Esta experiencia, unida al trabajo de la Unidad de Esclerosis Múltiple del Hospital Virgen Macarena, de referencia nacional y liderada por Sara Eichau, -que atiende a más de 2.200 pacientes cada año-, ha permitido “encontrar soluciones beneficiosas para el paciente a través de la nutrición”, matiza la doctora. Y cuando hablamos de soluciones que den beneficio a estas personas, hablamos de “técnicas menos invasivas para el paciente”, indica la experta.

PREBIÓTICOS COMPLETAMENTE SEGUROS

Además de su efectividad, el empleo de estas pectinas como “prebióticos” es una solución “que no tiene ningún alérgeno y que está reglamentariamente autorizada”, sostiene la doctora. Sin embargo, todavía queda mucho por explorar en este campo. “Sobre todo en relación con el déficit cognitivo, donde todavía no hay muchos estudios”, añade.

“Una vez que se incluyan los pacientes, empezar a estudiar poco a poco y, después, llegar a los resultados”

También esta relación nutrición-neurología pone de manifiesto la importancia de unir a todos los especialistas en enfermedades como la EM. “Desde nuestro hospital contamos con un equipo multidisciplinar para que el paciente reciba apoyo en todas las áreas en las que lo necesita”, sostiene la coordinadora. Esta unidad ya está dando los primeros pasos junto al resto del equipo de este proyecto para, “una vez que se incluyan los pacientes, empezar a estudiar poco a poco y, después, llegar a los resultados”, continúa. “Esperamos al menos en un año y medio haber delimitado todos los objetivos para seguir trabajando en pro de los pacientes”, concluye.

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