El párkinson exige un abordaje precoz: “Hay que agilizar la derivación a la consulta de Neurología”

El Dr. Álvaro Sánchez Ferro, coordinador del Grupo de Estudio de Trastornos del Movimiento de la SEN, cuenta en ConSalud.es cómo ha cambiado el abordaje del párkinson y el trabajo que aún queda por hacer

Dr. Álvaro Sánchez Ferro, coordinador del Grupo de Estudio de Trastornos del Movimiento de la SEN por el DM del párkinson. (Foto: Archivo)
Dr. Álvaro Sánchez Ferro, coordinador del Grupo de Estudio de Trastornos del Movimiento de la SEN por el DM del párkinson. (Foto: Archivo)
Itziar Pintado
11 abril 2025 | 11:00 h
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Según la Sociedad Española de Neurología (SEN), en España ya hay más de 160.000 personas diagnosticadas de enfermedad de Parkinson, una cifra que podría superar los 300.000 casos en 2040. La enfermedad, que suele aparecer entre los 55 y los 65 años, afecta no solo al movimiento, sino también a funciones cognitivas y autonómicas, lo que impacta gravemente en la calidad de vida del paciente y su entorno. A pesar de su elevada prevalencia, la enfermedad continúa infradiagnosticada y muchas veces se detecta tarde, cuando los síntomas ya son evidentes.

Este aumento de prevalencia que se espera para los próximos años es fruto del “cambio demográfico que estamos experimentando”, indica el Dr. Álvaro Sánchez Ferro, coordinador del Grupo de Estudio de Trastornos del Movimiento de la Sociedad Española de Neurología (SEN) en una entrevista a ConSalud.es, con motivo del Día Mundial del Parkinson. En sociedades como la nuestra, cada vez vivimos más, somos más longevos, y esto está repercutiendo en un aumento de los números. Se estima que se pueda incluso doblar el número de afectados en las próximas décadas", explica el especialista.

“Estamos intentando desarrollar métodos para poder identificar la enfermedad en las fases que llamamos prodrómicas, que pueden durar entre 5 y 20 años"

Por esta razón, el Dr. Sánchez Ferro insiste en la importancia de avanzar hacia una detección más temprana, incluso antes de que se manifiesten los síntomas motores característicos. “Estamos intentando desarrollar métodos para poder identificar la enfermedad en las fases que llamamos prodrómicas, que pueden durar entre 5 y 20 años. Es una fase muy larga donde ya empieza la neurodegeneración, pero es muy difícil de identificar porque los síntomas son sutiles: pérdida de olfato, estreñimiento, alteraciones del ánimo o pequeños cambios motores que se confunden con dolencias comunes”, señala.

En este sentido, la investigación en tecnologías de control de la enfermedad, “como los dispositivos wearables”, juega un papel clave. "Se están probando sistemas que detectan movilidad o patrones alterados para intentar intervenir antes y ralentizar el curso de la enfermedad", añade el neurólogo.

MÁS AGILIDAD EN EL CIRCUITO ASISTENCIAL

Sin embargo, aunque la tecnología avanza con buena marcha, todavía existen otros obstáculos con los que lidiar. Es el caso de la coordinación entre Atención Primaria y Neurología. Según los datos de la Federación Española de Párkinson, el retraso medio en el diagnóstico una vez aparecen los síntomas claros es de dos años. “Muchas veces el paciente va al médico porque le duele un brazo o se nota torpe, y se piensa que es algo traumatológico. Esto retrasa el acceso al neurólogo”, recalca.

“Hay que agilizar la derivación a especializada, pero también formar a los profesionales no neurólogos para que sepan identificar esos primeros signos. El sistema sanitario está muy tensionado, y a veces no se puede actuar tan rápido como quisiéramos”, asegura el coordinador del Grupo de Estudio de Trastornos del Movimiento de la SEN.

ABORDAJE TERAPÉUTICO DEL PÁRKINSON

En cuanto al tratamiento, aunque aún no existe una cura, el especialista asegura que los avances dan lugar a nuevas posibilidades. “Se está investigando en terapias que ataquen los mecanismos biológicos del párkinson, como la acumulación de proteínas anormales en el cerebro. Las inmunoterapias buscan que el propio cuerpo elimine esas proteínas”, comenta el Dr. Sánchez Ferro.

“En ensayos clínicos estamos a la vanguardia, colaborando con Estados Unidos y liderando estudios relevantes gracias a nuestros profesionales y pacientes muy comprometidos”

Además de las inmunoterapias, se están explorando tratamientos que mejoren el metabolismo celular y reduzcan la inflamación, similares a los conocidos fármacos GLP-1 utilizados en diabetes. “Aunque el efecto es pequeño y todavía debatido, abre una nueva vía de investigación. Probablemente en el futuro haya que combinar distintas estrategias para lograr un mayor impacto”, apunta el especialista. España, además, ocupa una posición destacada en la investigación: “En ensayos clínicos estamos a la vanguardia, colaborando con Estados Unidos y liderando estudios relevantes gracias a nuestros profesionales y pacientes muy comprometidos”, sostiene el experto.

Por último, para evitar su aparición o mejorar el curso de la enfermedad, el especialista recuerda la importancia de la prevención y el fomento de hábitos saludables. “La actividad física regular y la dieta mediterránea ayudan a prevenir el desarrollo del párkinson y pueden mejorar su evolución cuando ya se ha desarrollado. No se trata solo de salir a pasear, sino de hacer ejercicio moderado o vigoroso. Hay mucha evidencia científica que lo respalda”, concluye.

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