La pandemia ha llenado de mayor indecisión, inseguridad, miedo y estrés a las embarazadas. El proceso de tener hijos, que ya de por sí siempre acarrea dificultad, pero que durante estos casi dos años ha sido especialmente duro. En muchos casos ha cambiado la compañía al dar a luz, el lugar donde hacerlo, se ha parido con mascarilla o se ha separado a los bebés de las madres.
Con la llegada de la variante Delta, ya no solo es que las embarazadas entraban en un hospital donde la Covid-19 era un gran temor, sino que muchas lo hacían con infecciones graves a causa de esta variante. Según explica a Consalud.es el jefe de sección del Servicio de Obstetricia y Ginecología del Hospital Gregorio Marañón, el Dr. Juan León, “aunque todavía no se ha contrastado todo, hemos percibido en esta quinta ola mayoritariamente infecciones por Delta, más número de pacientes embarazadas infectadas y con casos más graves. Sin embargo, esta variante no ha supuesto una mayor afectación frente a la primera ola, que fue el momento con más casos”.
Durante estos años se han conocido casos de fallecimiento de la madre tras dar a luz, de fallecimientos de madre y bebé, de partos en UCI ante la gravedad de la progenitora, recién nacidos separados de sus madres cuando estas tenían una infección grave, habitaciones compartidas, prohibición de la entrada de la pareja al paritorio… Una situación excepcional que ha hecho más difícil el parto.
En el Hospital Gregorio Marañón se habilitó una consulta monográfica para las embarazadas Covid-19
La vacunación por edad también ha supuesto un desafío para las embarazadas, ya que en un primer momento se ha retrasado su administración o no se ha recomendado al no tener evidencias sobre cómo les afectaba. Esto ha provocado un aumento de infecciones graves en ellas, como ha ocurrido con el resto de personas de su grupo de edad, lo que ha supuesto mayores complicaciones en el parto con la llegada de gestantes en estado muy débil y complicado. Por suerte ahora ha aumentado la población vacunada, y con ella disminuye los casos graves de parto. Actualmente están inmunizados más del 85% del grupo de edad de 40 a 49 años, el 72% de los de 30 a 39 años y alrededor del 70% en los de 20 a 29 años, según la última actualización de Sanidad.
Hasta ahora los protocolos han ido cambiándose ante la incertidumbre y el desconocimiento al virus. Ha sido tal su peso en los hospitales que incluso en el Hospital Gregorio Marañón se habilitó una consulta monográfica para las embarazadas Covid-19. “Fuimos los primeros en Madrid en hacerlo y hemos dado apoyo al resto de hospitales, concentrando la patología”, cuenta el Dr. Juan León responsable de la consulta.
LA SITUACIÓN DENTRO DEL HOSPITAL
La consulta monográfica ha contado con la suerte de poder instalarse en un edificio aislado grande y utilizar el ala de pediatría que en esos momentos evitaba los ingresos en la instalación. Durante este tiempo, y con tanto caso positivo, se recomendaba que se redujeran las visitas o que los niños no acudieran. E incluso hubo momentos en los que el recién nacido tuvo que ser separado de su madre.
“En los casos en los que la paciente estaba en un estado grave con necesidad de cuidados intensivos, en muchos caos intubadas, los niños tuvieron que ser separados”, señala el Dr. León. “Cuando hablamos de separación hay que ser conscientes si eran graves, en las asintomáticas o leves no se les ha separado. En estos últimos se les ha hecho un seguimiento de la madre y del niño y en muy pocos casos hemos encontrado que los bebés dieran positivo a la Covid-19 a las 48 horas”.
Para minimizar el riesgo también, en quirófano se utilizaban solo los instumentos necesarios, y en muchos casos el material se quedaba fuera
Al estar en situación grave, e incluso intubadas, era inevitable hacer cesárea.Un estudio reciente recalcaba que las infecciones durante el embarazo, principalmente cuando ya estaban en proceso de septicemia, hacen que haya mayores probabilidades de complicaciones relacionadas con el parto, en concreto mayor riesgo de cesárea, hemorragia posparto o parto prematuro. “Todo ello ha aumentado en pacientes graves. Ante las complicaciones al final hemos tenido que empujar y provocar los partos para asegurar la salud de ambos”. También han nacido niños más pequeños de lo que correspondía por el tiempo de gestación, sin embargo según el Dr. León esto se debería, no tanto a la Covid, sino que es una patología de base correspondiente a una enfermedad previa en una mujer infectada por Covid.
Y todo ello con la mascarilla. Las embarazadas han tenido que dar a luz con mascarilla, que ha molestado más a las que no tienen epidural, por el cambio de respiración, que a las que sí. Pero realmente ha sido una necesidad, aunque acabara dificultando el parto. “Era necesario, al final cuando son partos naturales los equipos están formados por cuatro o cinco profesionales y en el caso de cesárea son siete u ocho”.
Para minimizar el riesgo, también en quirófano se utilizaban solo los instumentos necesarios, y en muchos casos el material se quedaba fuera. Normalmente al día en este centro no han tenido más de tres partos, pero después de cada uno había que realizar una limpieza a fondo. Por eso, en general, como concluye el Dr. Juan León, parir en época Covid es difícil “por la mascarilla, que hay que llevar tanto en partos naturales como durante las cesáreas y por la necesidad de realizar cuidados más intensivos”. A ello, además, hay que añadirle el hecho de que los profesionales han tenido que ajustar el instrumental y la vestimenta para la Covid-19, “así que sí, han sido muy difíciles los partos durante la pandemia”, concluye.