El Instituto de Investigación Sanitaria INCLIVA, del Hospital Clínico de València, ha realizado un ensayo clínico que muestra la efectividad de una alternativa frente a los habituales drenajes aspirativos del postoperatorio en cáncer de mama. La nueva alternativa consiste en la inserción de parches de Polyethylene glicol en la cavidad obtenida tras la extirpación de ganglios linfáticos axilares en pacientes de este tipo de cáncer. El parche de Polyethylene glicol es un sellante hemostático que se aplica directamente al tejido húmedo, combinando los procesos de sellar la superficie y disminuir el sangrado.
El ensayo ha sido publicado en el British Journal of Surgery con el artículo "Clinical and cost outcomes of a polyethylene glycol (PEG)-coated patch versus drainage after axillary lymph node dissection in breast cancer: results from a multicentre randomized clinical trial".
Dra. Buch: "El objetivo del ensayo era ver si podíamos evitar a las pacientes con linfadenectomía axilar llevar el drenaje en el postoperatorio, con el fin de mejorar su calidad de vida en las semanas posteriores de la cirugía”
"El objetivo del ensayo era ver si podíamos evitar a las pacientes con linfadenectomía axilar llevar el drenaje en el postoperatorio, con el fin de mejorar su calidad de vida en las semanas posteriores de la cirugía”, explica la Dra. Elvira Buch, del Grupo de Investigación en Biología en Cáncer de Mama de INCLIVA.
La linfadenectomía axilar o vaciamiento axilar consiste en una cirugía que se realiza en la zona de la axila para evaluar los ganglios linfáticos afectados por el cáncer de mama. De esta manera, se podrá decidir el mejor tratamiento oncológico para cada caso.
Tras la cirugía, se suelen colocar drenajes. Los drenajes que se emplean de forma habitual suponen un mayor número de visitas hospitalarias, debido a las molestias por el dolor y al riesgo de salida espontánea del tubo del drenaje, además del sangrado. A su vez, estos drenajes pueden favorecer el desarrollo de seroma, que es un líquido seroso, procedente del plasma de la sangre, que se acumula debajo de la incisión.
El nuevo ensayo parte de los estudios en otras patologías que disminuían el seroma postoperatorio. Esto afecta a entre un 30% y un 40% de mujeres con cáncer de mama sometidas a linfadenectomía axilar, produciéndoles una hinchazón en la zona. La hinchazón genera molestias para mover el brazo, imposibilita los ejercicios de rehabilitación tras la cirugía y puede ser el motivo de retraso de tratamientos oncológicos posteriores al tratamiento quirúrgico.
Los investigadores pretendían evitar el drenaje aspirativo que se realizaba a todas las mujeres en el postoperatorio, además de valorar la disminución o aumento del seroma con el parche y el drenaje. Así, el estudio iniciado en 2020 analizó a cerca de 250 mujeres con cirugía conservadora en la mama, que se distribuyeron en grupos con drenaje y sin drenaje pero con parche.
Dra. Buch: “Al final del estudio pudimos ver que las pacientes con el parche necesitaban muchas menos consultas externas, acudían menos a puertas de urgencia y tenían menos infecciones de herida"
“Al final del estudio pudimos ver que las pacientes con el parche necesitaban muchas menos consultas externas, acudían menos a puertas de urgencia, tenían menos infecciones de herida, y, aunque es verdad que desarrollaban más acúmulos de líquido en la axila (o seroma), este lo controlábamos con menos punciones que los seromas que desarrollaban las mujeres que sí habían llevado el drenaje una media de 9 días”, explica la Dra. Buch.
Por su parte, la Dra. Buch presentó en el 40º Congreso de la Sociedad Española de Senología y Patología Mamaria (SESPM),celebrado en octubre de 2022, una comunicación oral sobre los datos que posteriormente han sido publicados en el artículo, con la que ganó el premio a la mejor comunicación oral.