Las personas ostomizadas se enfrentan a un cambio radical en su vida en el momento que, bien por una enfermedad como el cáncer o una patología como la de Crohn, tienen que estar sujetas a una bolsa que deposita sus heces durante un tiempo limitado o para el resto de su vida. En concreto, más de 70.000 personas se enfrentan a esta realidad en nuestro país, según los datos del Libro Blanco de la Ostomía en España. Un gran número de personas que todavía necesitan visibilidad por parte de la población y más ayuda de las administraciones.
De hecho, como ya adelantábamos en ConSalud.es, una de las grandes demandas sigue siendo la figura de un profesional en estomaterapia. Así lo piden las personas portadoras de un estoma, pero también lo denuncian los propios profesionales especializados en este ámbito de la Enfermería. “Es fundamental que haya más estomaterapeutas en España”, comenta Mª Jesús Bernarte, presidenta de la Sociedad Española de Enfermería Experta en Estomaterapia (SEEEE) en declaraciones a este medio.
La falta de estomaterapeutas, además, hace mella en zonas concretas de nuestro país. Sobre todo, en aquellas más alejadas de las grandes ciudades. “En ciudades grandes como Madrid o Barcelona se puede acceder más fácilmente a estos profesionales”, apunta. Sin embargo, en las zonas con “más dispersión geográfica” es difícil poder acceder a la consulta con estos profesionales.
En las zonas con “más dispersión geográfica” es difícil poder acceder a la consulta con estos profesionales
La situación también se complica si hablamos del ámbito privado. En estos centros sanitarios también es difícil encontrar un profesional de la estomaterapia. “No en todos los hospitales privados existen estomaterapeutas”, indica la presidenta de la SEEEE. “Pero sí se realizan ostomías” y, muchas veces, “esos pacientes se encuentran perdidos y sin una figura a la que poder acudir”, añade.
Una figura que es imprescindible en todo el proceso desde que se realiza la ostomía. “Las enfermeras estomaterapeutas hacemos un poco de todo. Ayudamos como apoyo psicológico, también en el ámbito de la sexología”, sostiene la enfermera. Además, aunque la mayoría de los hospitales en España cuentan con enfermeras nutricionistas, las estomaterapeutas “también damos apoyo en este sentido”, asegura.
Antes de que se lleve a cabo la ostomía, la enfermera estomaterapeuta ya está en contacto con la persona afectada. “El día previo a la cirugía nosotros realizamos el marcaje”, indica. Y, posteriormente, mientras están ingresados “les explicamos cuáles son los cuidados del estoma y ya en consulta empezamos a indicar los pasos a seguir”, continúa. Es decir, la dieta o la cantidad de agua que tiene que consumir, y, por supuesto, cómo cuidar el estoma. “Tratamos de normalizar la ostomía y buscamos que la persona sea independiente en cuidados”, asevera.
AFRONTAR EL ESTOMA
“También les ayudamos a que se pongan en contacto con las asociaciones”. Este es, según cuenta la enfermera, otro de los pasos que siguen los estomaterapeutas para facilitar la vida de las personas que portan un estoma. “Conocer a personas en la misma situación les ayuda mucho”, matiza Bernarte.
“Es importante que hubiera un profesional de Psicología que acompañase a quienes no aceptan llevar una bolsa”
Y, aunque los estomaterapeutas den apoyo a quienes reciben un estoma, la atención psicológica es otra de las demandas. “Es importante que hubiera un profesional de Psicología que acompañase a quienes no aceptan llevar una bolsa”, expresa la enfermera estomaterapeuta. Porque, como matiza, “el psicólogo solo hace seguimiento cuando la persona está ingresada”.
Además, la aceptación de la bolsa a veces tarda en llegar. De hecho, muchas personas se preguntan ¿y ahora qué?. También en el ámbito de la sexualidad, como comenta la presidenta de la SEEEE. “A las mujeres en concreto no se les explica nada sobre sexualidad” y, “aunque desde consulta abordamos también este tema, la figura de un sexólogo en los hospitales también sería fundamental”, argumenta. “Lo fundamental es que estas personas puedan llevar una vida normal”, concluye.