La Plataforma Cronicidad: Horizonte 2025 (CH2025) ha organizado un encuentro virtual enfocado en analizar el impacto que ha tenido la Covid-19 en la atención a los pacientes crónicos.
Uno de los participantes ha sido el jefe del Servicio de Medicina Preventiva y Epidemiología del Hospital Clínic de Barcelona, el Dr. Antoni Trilla, que ha asegurado que durante este año de pandemia "se ha perdido calidad y continuidad en la asistencia" a las personas con enfermedades crónicas. Además, apostilla que no existe "un plan global y bien trazado para el abordaje específico e integral de estas enfermedades en la post pandemia".
El paciente crónico, ha visto "comprometido o deteriorado su seguimiento después de que los centro sanitarios se bilndaran para poder hacer frente a una primera ola de tal magnitud", apostilla el también catedrático de Salud Pública de la Universidad de Barcelona. En conversación con el responsable del Grupo de Trabajo sobre Cronicidad de la Sociedad de Médicos Generales y de Familia (SEMG) y miembro de CH2025, el Dr. Francisco José Sáez, el Dr. Trilla ha añadido que el sistema sanitario ha sufrido y, por lo tanto, debería hacer lo posible por recuperarse cuanto antes.
La Covid Persistente o Long Covid “es un problema real que tenemos sobre la mesa y que debemos investigar bien”
Antoni Trilla, que en su CV también incluye ser investigador del Instituto de Salud Global de Barcelona, experto consultor de la OMS (Organización Mundial de la Salud) y asesor científico del Gobierno durante la crisis, asegura que es necesario, “pensar muy bien qué necesitamos en el siglo XXI, porque nos hemos enfrentado a esta pandemia con estructuras del siglo XX”.
La reforma del sistema sanitario para afrontar problemas del futuro, exige "redefinir en positivo los roles profesionales y el trabajo en equipo para garantizar una perspectiva realmente multidisciplinar; realizar una inversión económica importantísima, definiendo bien como debemos distribuir el presupuesto", entre otros. En este sentido, coincide con los planteamientos recogidos por la Plataforma CH2025 en el informe sobre atención al paciente crónico post pandemia y sostiene que recuperar la atención y el seguimiento de los enfermos crónicos debe ser un objetivo prioritario para minimizar el impacto negativo de la cronicidad que se avecina.
En lo que a la Covid Persistente o Long Covid se refiere, el Dr. Trilla ha informado de que “es un problema real que tenemos sobre la mesa y que debemos investigar bien”, pues “tendrá repercusiones sobre el sistema sanitario”.
La estrategia de vacunación también se ha puesto sobre la mesa y el médico ha asegurado que uno de los principales errores de esta ha sido “la falta de anticipación, esperar a tener las vacunas para decidir sobre aspectos que eran previsibles”. Otro de los fallos ha sido la comunicación que ha provocado “un clima de confusión e informaciones contradictorias” que no han hecho más que generar miedo y dudas a la población.
Las enfermedades crónicas son patologías que afectan a la calidad de vida de las personas y pueden llegar causar mortalidad prematura
“Ojalá todo esto se pueda normalizar, porque debemos reducir significativamente la transmisión de la enfermedad si queremos volver a la normalidad. Tenemos buenas vacunas, que son seguras como todas las que ya utilizamos, a pesar del ruido que se está haciendo. Es necesario recuperar la confianza en las vacunas, que en nuestro país siempre ha sido elevada y que se ha visto perjudicada ahora por una mala comunicación en una situación de crisis”, ha subrayado el especialista.
Respecto a los enfermos crónicos dentro del plan de vacunación, asegura que se ha “partido de una realidad”, que es que no hay vacunas suficientes, por lo que solo se ha incluido como prioritarios a aquellos pacientes considerados de muy alto riesgo.
Las enfermedades crónicas son patologías que afectan a la calidad de vida de las personas y pueden llegar causar mortalidad prematura. En España, se estima que hay más de 19 millones de personas afectadas, de las cuales 11 millones son mujeres. Además, la prevalencia es mayor en los mayores de 55 años y avanza según aumenta la edad.