El Congreso de los Diputados ha dado este lunes su aval definitivo a la regulación del uso terapéutico del cannabis, hecho que el Observatorio Español del Cannabis Medicinal (OECM) ha calificado como “día histórico” para los “miles de pacientes” que lo reclaman.
Tras cuatro meses de debate en la subcomisión creada en el seno de la Comisión de Sanidad, donde han intervenido los actores implicados a nivel nacional e internacional, se ha aprobado un primer posicionamiento en España, el cual será enviado al Gobierno central para su consideración.
Por este motivo, desde el OECM han expresado que esperan “que el dictamen se convierta en realidad pronto”. En concreto, se han referido al punto en el que se conceden 6 meses a la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) para que encuentre encaje legal a las recomendaciones aprobadas.
OECM: “Esperamos y deseamos que el cannabis medicinal empiece a distribuirse a los pacientes en España antes de final de año”
“Esperamos y deseamos que el cannabis medicinal empiece a distribuirse a los pacientes en España antes de final de año”, ha valorado un OECM que está presidido por CarolaPérez. Durante la subcomisión, ella misma defendió la existencia de “suficiente evidencia científica” y estudios observacionales con casi 10.000 pacientes que permiten ir avanzando, como ocurre en otros países.
Anteriormente, en declaraciones a ConSalud.es, Pérez expresó la necesidad de que los pacientes “estemos en manos de médicos” y que puedan acceder al cannabis medicinal “como a cualquier otra medicación”. En esta línea, denunció que España se estaba “quedando a la última” y que el paciente debía quedar “en manos del Estado, no del narco”.
“ATENTOS A LOS SIGUIENTES PASOS”
Pese a la aprobación del informe, desde el OECM han avanzado que se mantendrán “atentos a los siguientes pasos”. Para ello, han anunciado que mantendrán reuniones con los grupos parlamentarios “con el objetivo de que la regulación sea unarealidad y, además, lo más garantista y justa posible con quienes necesitan esta medicación para seguir con sus vidas”. Y es que, según lamentan, “el dolor no espera”.