El 29 de octubre se celebra el Día Mundial del Ictus, una enfermedad que supone la primera causa de muertes en mujeres, la primera causa de discapacidad adquirida en el adulto y la segunda causa de demencia, según datos de la Sociedad Española de Neurologia (SEN). Desde la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (Semes) señalan que los pacientes que han sufrido de un ictus durante los meses de la pandemia padecen de mayores comorbilidades que los sucedidos en años anteriores.
De acuerdo con el coordinador del Grupo de Trabajo Neuro-Ictus de Semes, Francisco Aranda, esto se explica por dos motivos: "Por un lado, a causa del miedo de la población de acudir a los hospitales, lo que agravaba el estado del paciente; y por otro lado a causa de los tiempos de respuesta de los servicios, que se vieron afectados por los protocolos Covid". Además, según el doctor Aranda, el ictus es una enfermedad cuyos datos no solo afectan a España: "En Europa, cada 40 segundos alguien tiene un ictus y fallecen 1 de cada 3 pacientes".
Los pacientes españoles que han sufrido ictus en pandemia, con más secuelas que en años anteriores
En nuestro país, cerca de 120.000 personas sufren un ictus al año, de las cuales alrededor de 40.000 fallecen. Además, cerca de un 30% de los pacientes sufren algún tipo de discapacidad tras un ictus. En este sentido, en la actualidad, más de 330.000 españoles presentan alguna limitación en su capacidad funcional por haber sufrido un infarto cerebral. Una enfermedad cerebrovascular que, además, supone un coste directo sanitario de dos mil millones de euros al año y un coste indirecto de 6.500 millones de euros anuales.
Por ello, saber identificar un ictus e identificar la urgencia es clave para poder salvar la vida del paciente. El doctor César Carballo, Vicepresidente de Semes Madrid y miembro de Semes Divulgación, comenta al respecto que "es sabido que por cada minuto en el que una persona sufre isquemia en el cerebro, se pierden casi dos millones de neuronas y 14 billones de conexiones neuronales. En este sentido, una hora supone un envejecimiento cerebral de 3,6 años y una pérdida de 120 millones de neuronas". El especialista ha remarcado que el ictus "es siempre una emergencia médica y debe llamarse inmediatamente al 112 ante los primeros síntomas, pedir una ambulancia y decir que es un ictus".
Los expertos afirman que es necesario profundizar en las necesidades de los profesionales de Urgencias y Emergencias para poder dar respuesta a la atención de los pacientes. Asimismo, la creación de la especialidad en Medicina y Enfermería de Urgencias y Emergencias supondría una ayuda para abordar estos casos. "En un ictus, un minuto puede salvar una vida” apunta el doctor Carballo, “y los profesionales de Emergencias y Urgencias somos los responsables de ese minuto".