2022 se marcha. En cuestión de horas pasaremos las hojas del calendario y despediremos este año que ha quitado protagonismo a la pandemia Covid-19 y ha permitido devolver el foco sanitario a los pacientes que durante dos años vieron su atención mermada y a veces postergada por la emergencia sanitaria.
Un año en el que nos hemos encontrado otros problemas, como la subida de la factura del gas y la electricidad que ha afectado a los pacientes electrodependientes, como los que se realizan la diálisis en sus domicilios o los que precisan de terapias con oxígeno, en algunos momentos asfixiándoles económicamente, además de por su enfermedad. También ha sido un momento en el que, pese al trabajo para reducir las listas de espera, cada vez hay más pacientes que esperan una intervención, tras los retrasos de diagnóstico durante la Covid, aunque cada vez esperan menos tiempo.
Estos últimos 12 meses han permitido despegar y retomar la actividad asistencial
Las asociaciones han vivido también un recorte de la financiación durante 2022 con la eliminación del 0,7% de la condición social de la declaración de la renta. Una decisión política que supuso un duro golpe a los proyectos de las asociaciones, y que casi se repite para el año siguiente. Las quejas y reivindicaciones de los pacientes lo han conseguido evitar, pero con sus peticiones no han obtenido, sin embargo, respuesta a las desigualdades en atención derivada del código postal, o a un acceso más rápido a los tratamientos que se aprueban en Europa. Por lo que este año de nuevo han suspendido la atención sanitaria con un 4,9, según el 'VI Barómetro Escrónicos' de la Plataforma de Pacientes (POP)
Con todo, no hemos tenido solo cosas negativas. Estos últimos 12 meses han permitido despegar y retomar la actividad asistencial. Se ha creado una mayor conciencia de las problemáticas sanitarias de la sociedad, con una mayor preocupación por los problemas de salud mental, y de las necesidades de los profesionales sanitarios, agotados, desmotivados y con pocos recursos.
LO POSITIVO DEL AÑO
El 2022 se ha caracterizado por un incremento en la inversión de sanidad, a un 6,7%, un paso, que aunque insuficiente, “sirve de punto de inflexión para abordar la pandemia que están sufriendo muchos pacientes crónicos, familias y cuidadores, especialmente nuestros mayores”, explica a Consalud.esCarina Escobar, presidenta de la POP.
“Solo a través de trabajo conjunto y el conocimiento aportado desde los distintos ámbitos de experiencia, lograremos un sistema más preventivo, eficiente y eficaz"
Uno de los proyectos aprobados ha sido el Real Decreto por el que se establece el procedimiento para el reconocimiento, declaración y calificación del grado de discapacidad. Un nuevo baremo que, como explicó a este medio Jesús Martín, director general de Discapacidad del Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030, busca igualar las calificaciones por discapacidad en las diferentes regiones de nuestro país y aporta un enfoque más social incorporando factores como los económicos, sociales y ambientales, y la opción de una tramitación de urgencia a personas con enfermedades como la esclerosis lateral amiotrófica (ELA) y otras patologías degenerativas. “Desde la POP lo hemos acogido con satisfacción, por estar más adaptado a la realidad de las personas que conviven con una enfermedad crónica, aunque, lo seguimos considerando esta medida insuficiente al no solucionar la falta de protección social que genera el impacto de una enfermad crónica”, añade Escobar.
Y, sobre todo, estos meses han conseguido que la voz de los pacientes cada vez sea más escuchada. A través de los Consejos de Pacientes de los Hospitales, de Consejo consultivos del SNS, o de la visibilización del paciente como conocedor de su patología, que formado y educado reduce la presión asistencial. En palabras de Carina Escobar: “Solo a través de trabajo conjunto y el conocimiento aportado desde los distintos ámbitos de experiencia, lograremos un sistema más preventivo, eficiente y eficaz, que priorice las necesidades de los pacientes a largo plazo y garantice el acceso equitativo y universal a la salud”.