Prevención, mejora de la calidad de vida, diagnóstico precoz y tratamiento de los casos positivos en VIH. Estas son actualmente las principales estrategias que se siguen y fomentan para enfrentar el problema de salud pública que sigue suponiendo en España, y en el mundo, la trasmisión del virus de inmunodeficiencia humana (VIH) causante del síndrome de inmunodeficiencia adquirida (sida).
Según datos de ONUSIDA, desde que hace 40 años comenzara la pandemia del VIH, 79,3 millones de personas han contraído la infección en el mundo. En 2020, 37,7 millones de personas vivían con VIH, y ese mismo año fallecieron 680 mil personas. En España, alrededor de 15.000 personas conviven con el VIH sin ser diagnosticadas y más del 50% de los nuevos diagnósticos son tardíos.
“En la actualidad, las causas de hospitalización son escasas”
Aunque el VIH y el sida ya no son una amenaza de muerte en países como el nuestro, el número de casos y el infradiagnóstico sigue siendo muy elevado. Ante esta situación son muchos los esfuerzos en prevención, detección precoz y tratamiento que se están realizando, como así se ha expresado durante el 1 y 2 de julio en la reunión sorbe Hitos en Investigación Básica y Clínica en VIH/SIDA (HIBIC) organizado por Gilead Sicences. Temas como el desarrollo de una vacuna contra este virus, cada vez más cerca, el uso de anticuerpos neutralizantes como nueva estrategia de prevención o la profilaxis pre-exposición se han analizado en este evento.
Para adentrarnos más en los retos y estrategias frente al VIH, Consalud.es ha entrevistado al Dr. Santiago Moreno, jefe de Servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital Universitario Ramón y Cajal, para hablar sobre Epidemiología, prevención, salud pública y la situación actual de este virus y la enfermedad infecciosa que causa.
Se han cumplido 40 años del primer diagnóstico de VIH. En este tiempo, los avances en tratamientos lo han convertido en una patología crónica que requiere un abordaje multidisciplinar. ¿Cómo ha cambiado la atención a las personas que viven con VIH en estas décadas?
Ha ido paralelo a los progresos habidos en el tratamiento y, por consiguiente, en el estado de salud de los pacientes. Inicialmente muchos de los pacientes se veían, antes o después, en las salas de hospitalización por complicaciones relacionadas con el SIDA y con una frecuencia de al menos una vez en las consultas.
En la actualidad, las causas de hospitalización son escasas y nos permitimos ver a los pacientes en la consulta cada seis meses o, incluso con menos frecuencias. La mejora progresiva de los medicamentos antirretrovirales tiene que ver con estos cambios.
Tras la pandemia, “el número de pacientes nuevos atendidos en las consultas es estable con respecto a los años previos”
Con el confinamiento y la dificultad para acceder a los pacientes y a los grupos de riesgo se temía un incremento de los casos y un retraso en el diagnóstico y el tratamiento. ¿Se ha vivido finalmente ese aumento de casos de VIH?
No, no de modo destacable. El número de pacientes nuevos atendidos en las consultas es estable con respecto a los años previos. Hemos medido este dato en nuestro hospital y no ha habido cambios en este sentido.
Con una mayor información sobre la transmisión de este virus y un acceso más sencillo a herramientas de prevención, ¿ha cambiado la población vulnerable y con riesgo a contraer el VIH?
Entre los pacientes que atendemos por primera vez en las consultas, una proporción muy importante son personas procedentes de otros países, fundamentalmente de América Latina. También entre los nuevos diagnósticos en nuestro país está sobre representada esta población. En cualquier caso, se trata en su mayoría de hombres que tienen relaciones sexuales con otros hombres (HSH) y que se encuentran en torno a los 37 años.
“Se trata en general de esfuerzos que parten de la buena voluntad de personas concretas no lideradas por instituciones sanitarias”
¿Qué estrategias se están siguiendo para evitar la transmisión?
Además de las estructurales (uso de métodos de barrera) se ha añadido la profilaxis pre-exposición como herramienta fundamental. Junto a esto se están haciendo esfuerzos, aunque todavía escasos, para diagnosticar y tratar a todas las personas infectadas. Hoy por hoy, el tratamiento de una persona infectada es el modo más eficaz de evitar nuevas infecciones, ya que esa persona no transmite la infección.
Las detecciones en Urgencias están demostrando ser casos de éxito en la detección precoz, ¿se está implantando en todo el país? ¿Por qué no se realiza de forma rutinaria?
La implantación de un sistema de detección de la infección por VIH en los servicios de urgencias es uno de esos esfuerzos a los que hacía mención. La estrategia ha demostrado ser eficiente. Se intenta llevar a cabo algo parecido a más gran escala (Centros de Atención Primaria y servicios hospitalarios) pero se trata en general de esfuerzos que parten de la buena voluntad de personas concretas no lideradas por instituciones sanitarias ni responsables de Salud Pública.
¿Qué papel tienen los centros y clínicas especializadas en ITS o dirigidas a la población vulnerable? ¿Se está abogando por un aumento de estas unidades?
Las clínicas de ITS son un instrumento fundamental en este momento para luchar contra las ITS, incluida la infección por VIH. Allí se gestiona todo lo relacionado con el diagnóstico precoz de la infección por VIH, además de hacer educación sexual y tratar las ITS, tan frecuentes en esta población. Desgraciadamente el número de estas clínicas especializadas es muy escaso en España y se debiera llamar la atención sobre la necesidad de su puesta en marcha.