Una investigación identifica un tratamiento para el síndrome raro denominado poiquilodermia con neutropenia. Este síndrome hereditario se caracteriza por una insuficiencia de la médula ósea, que se manifiesta en un inicio en las extremidades.
La investigación, dirigida por la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington (Estados Unidos) ha identificado una posible estrategia de tratamiento.
Además, el trabajo también puede tener implicaciones para el tratamiento de otros síndromes de insuficiencia de la médula ósea con disfunciones subyacentes similares, según publican en la revista 'Science'.
La médula ósea es el tejido esponjoso del interior de los huesos responsable de la producción de globulos rojosglóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas. Los síndromes de insuficiencia de la médula ósea conllevan un mayor riesgo de desarrollar infecciones peligrosas, anemia y un mayor riesgo de cánceres de la sangre.
La poiquilodermia con neutropenia está causada por mutaciones en un gen denominado USB1. A pesar de que se conoce el error genético que causa la enfermedad, los detalles de lo que hace el error para provocar el fallo de la médula ósea han sido durante mucho tiempo un misterio. Cuando falla la médula ósea, el organismo no puede producir glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas sanos. Las personas con este tipo de enfermedades tienen un mayor riesgo de infecciones y son propensas a desarrollar cánceres de piel y de sangre.
Los síndromes de insuficiencia de la médula ósea conllevan un mayor riesgo de desarrollar infecciones peligrosas
"No hay cura para la poiquilodermia con neutropenia --afirma el coautor Luis Batista, profesor asociado de Medicina--. Los pacientes corren un alto riesgo de morir por complicaciones de las infecciones, y los científicos no tenían ni idea de por qué las mutaciones en este gen conducen al fallo de la médula ósea".
Según destaca, en este nuevo estudio, han descubierto una nueva función de una enzima que abre la puerta a futuros ensayos clínicos. "Hay fármacos en fase de investigación que bloquean esta enzima, por lo que esperamos que los clínicos que tratan a estos pacientes puedan encontrar en ella una estrategia prometedora a seguir", añade.
Estudiando células madre embrionarias humanas diseñadas para modelar este síndrome, los investigadores, entre los que se encuentra el coautor principal Roy Parker, doctor de la Universidad de Colorado, descubrieron un problema con el procesamiento de unas moléculas llamadas microARN. El problema de procesamiento hace que determinadas moléculas de microARN se descompongan más rápido de lo debido. Sin niveles suficientes de estos microARN, las células madre no pueden convertirse en células sanguíneas normales.
"Nuestro estudio muestra que el USB1 normal corta las colas largas de estos microARN, lo que estabiliza su estructura y les da tiempo para realizar su trabajo de formación de productos sanguíneos", explica Hochang Jeong, doctor e investigador postdoctoral asociado en el laboratorio de Batista.
"Cuando el USB1 está mutado en esta enfermedad, las colas de estos microARN son mucho más largas de lo que deberían --prosigue--. Sabemos que tener colas más largas hace que los microARN y otras clases de moléculas de ARN se degraden más fácilmente. Lo que hemos aprendido es que debería haber un equilibrio entre la enzima que pone las colas y la enzima que las corta".
Aunque todavía no se conoce una forma de restaurar la capacidad de eliminar correctamente las colas, ya existen fármacos en fase de investigación que bloquean las enzimas responsables de ponerlas. El bloqueo de esta enzima en esta enfermedad podría restablecer el equilibrio entre la adición y la sustracción de colas.
Las enzimas responsables de añadir las colas se denominan PAPD5 y PAPD7, y se han investigado inhibidores de estas enzimas en ensayos clínicos con humanos para otras enfermedades, como la hepatitis B. Para este estudio, los investigadores utilizaron un inhibidor de PAPD5 denominado RG7834.
Batista: "Combinadas, las enfermedades raras no son raras en absoluto, y estos pacientes merecen nuestra atención"
Al impedir la adición de la cola larga se estabilizó la estructura de los microARN, aumentando sus niveles y restableciendo la formación normal de células sanguíneas por parte de estas células madre. Los investigadores están trabajando con socios de la industria para desarrollar nuevos inhibidores de PAPD5 y PAPD7 diseñados específicamente para tratar ésta y otras afecciones similares.
"Estamos trabajando con distintas empresas para desarrollar inhibidores de PAPD5 mejores y más específicos para tratar este síndrome raro --indica Batista--. En mi laboratorio somos grandes defensores del estudio de las enfermedades raras. Combinadas, las enfermedades raras no son raras en absoluto, y estos pacientes merecen nuestra atención. La inhibición de PAPD5 está llamada a ser un tratamiento potencial para otros síndromes de insuficiencia de la médula ósea".