El trasplante de progenitores hematopoyéticos (TPH), denominado genéricamente como trasplante de médula ósea, y la inmunoterapia CAR-T “son y serán tratamientos complementarios” frente al cáncer hematológico, según ha apuntado Sergio A. Giralt, del Memorial Sloan Kettering Cancer Center, de Nueva York (Estados Unidos), durante su intervención en la III Conferencia “Ciril Rozman”, celebrada en el marco del Congreso Nacional de Hematología, Hemoterapia, Trombosis y Hemostasia de la Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia (SEHH).
Actualmente, según indicó, “los pacientes con linfoma pueden recibir terapia CAR-T antes de someterse a un TPH autólogo (o autotrasplante); no obstante, usar una terapia más general, como el TPH, y otra más específica, como los anticuerpos monoclonales, puede dar resultados mucho mejores en determinados pacientes seleccionados”.
Del 14 al 16 de octubre se ha celebrado el Congreso Nacional de Hematología, Hemoterapia, Trombosis y Hemostasia donde los expertos han valorado los últimos avances y la situación actual de esta enfermedad.
“Estamos trabajando para conseguir que una mayor cantidad de pacientes se beneficie de estas terapias en Estados Unidos y para mejorar la prevención de las recaídas posttrasplante”
Cada año se diagnostican en España alrededor de 30.000 cánceres hematológicos sobre todo leucemias, linfomas y mieloma múltiple. La mayor prevalencia corresponde a linfomas, seguidos de las leucemias y los mielomas. Los cánceres de la sangre son los terceros en incidencia por detrás del cáncer de mama y de pulmón, según dato de la Fundación Leucemia y Linfoma.
Durante el Congreso, el Dr. Giralt expuso las líneas de investigación que está desarrollando con ambas terapias para mejorar sus resultados en los próximos cinco años. Por un lado, “hemos avanzado en la implementación de los trasplantes personalizados, precisos y predecibles, con muy buenos resultados preliminares”, afirma el experto. Por otro lado, “hoy sabemos que el malestar de los pacientes que reciben terapias CAR-T en altas dosis está causado por un aumento dramático de las citoquinas, particularmente de la interleucina 6 (IL-6), y ya tenemos formas de bloquearlo”, explicó. También “estamos trabajando para conseguir que una mayor cantidad de pacientes se beneficie de estas terapias en Estados Unidos y para mejorar la prevención de las recaídas posttrasplante”.
Ante estos datos, el Dr. Mi Kwon, del Hospital General Universitario Gregorio Marañón, de Madrid, considera que “el paciente con comorbilidades no debe ser necesariamente excluido de la terapia CAR-T”. Según recomendó, “se debe hacer una valoración individualizada, tomando en cuenta también otros factores (enfermedad de base, estado funcional, etc.), y su manejo y seguimiento tienen que llevarse a cabo de forma multidisciplinar y estrecha, principalmente en los días de mayor riesgo”, aconsejó.
Entre los cáncer hematológicos en los que la investigación ha avanzado más se encuentra el mieloma múltiple
En relación al abordaje de las enfermedades hematológicas en general, se ha abordado ampliamente el impacto del diagnóstico molecular, con especial atención en el cáncer hematológico. Según Bárbara Tazón, del Hospital Universitario Vall d’Hebron, de Barcelona, “en el laboratorio molecular de Hematología nos encontramos con muchos desafíos derivados de la implementación de la secuenciación masiva”. Para esta experta, “cada día es mayor la repercusión que los avances en el conocimiento de la biología de la célula tumoral tienen directamente en el paciente, en sus opciones de tratamiento y en la mejora de la supervivencia y de la calidad de vida”, explica
Entre los cáncer hematológicos en los que la investigación ha avanzado más se encuentra el mieloma múltiple, recordado durante al a XXXIII Lección Conmemorativa “Antonio Raichs” del evento. El Grupo Español de Mieloma, del Programa Español de Tratamientos en Hematología (GEM-PETHEMA) de la SEHH “ha trabajado para establecer la relación entre la reducción tumoral y el pronóstico”. GEM-PETHEMA es “actor principal en la transición hacia parámetros más sensibles, como la enfermedad mínima residual, hoy fundamental en la evaluación de los resultados del tratamiento”, explicó su coordinador, Juan Hosé Lahuerta.
Además, en último término, “el acceso a los cuidados paliativos de los pacientes con cáncer hematológico es más tardío y se produce con menos frecuencia que en los pacientes con tumores sólidos”, afirmó Eduardo Bruera, del MD Anderson Cancer Center, de Houston (Estados Unidos). Esta situación se ha visto especialmente agravada durante la pandemia, dándose “grandes problemas de acceso a los recursos de los cuidados paliativos en general”, continúo. En el futuro, “se debe apostar por una perfecta combinación del tratamiento oncohematológico y de los cuidados paliativos, en beneficio de los pacientes, sus familias y los médicos”.
COVID-19 Y CÁNCER HEMATOLÓGICO
Precisamente la pandemia ha supuesto un golpe y ha afectado especialmente a este tipo de cáncer, cuyos pacientes han visto que su sistema inmunitario no respondía a las vacunas. Con respecto a la pandemia, los hematólogos españoles “tenemos por delante un gran desafío, ya que se estima que cerca de 25.000 pacientes con cáncer hematológico y receptores de TPH o CAR-T no tienen anticuerpos detectables después de recibir la pauta completa de vacunación anti-COVID”, señala Julio García Suárez, del Hospital Universitario Príncipe de Asturias, de Alcalá de Henares (Madrid). La existencia de este grupo de población de no respondedores “representa un importante problema de salud pública y nuestros pacientes nos necesitan ahora más que nunca”, añade. Aunque no hay unas pautas ampliamente consensuadas, la SEHH recomienda una tercera dosis de la vacuna en estos pacientes y en receptores de TPH previamente vacunados que no hayan presentado seroconversión.
Para José Luis Piñana, del Hospital Clínico Universitario de Valencia, “la falta de ensayos clínicos de vacunas frente a la Covid-19 en el paciente hematológico supone una importante limitación”. A pesar de ello y del innegable impacto negativo que ha tenido la pandemia en todo el mundo, la hematología ha sabido afrontar el reto planteado. Según reconoce este experto, la Covid-19 ha sido una complicación grave en los pacientes hematológicos; a su vez, “hemos observado que las infecciones y complicaciones derivadas de otros virus respiratorios se han reducido de manera drástica”. De la experiencia acumulada se concluye, entre otras cosas, que la COVID-19 ha supuesto un cambio en el manejo de los pacientes.