El cáncer de próstata ha sido el carcinoma más frecuente diagnosticado en hombres durante el pasado año, según el informe de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) “Las cifras del cáncer en España” de 2021. Y para este año se espera que mantenga la tendencia con 30.884 nuevos diagnosticados, según la SEOM.
Es un tumor que en el caso de estar localizado tiene una alta tasa de supervivencia, de más del 90%, debido a que las terapias a base a cirugía y radioterapia han logrado grandes avances. Sin embargo este tratamiento tiene algunos efectos secundarios, entre los que se encuentra la pérdida de la función prostática que afecta a la vida sexual de estos hombres.
La terapia focal es un tipo de tratamiento que supera este problema al tratar solo el foco del tumor en lugar de toda la próstata. “La terapia focal protege la calidad de vida manteniendo la función prostática, que afecta a la esfera de la masculinidad o al placer en un encuentro sexual”, señala el jefe asociado de la Unidad de Urología del Hospital Ruber Internacional, Juan Ignacio Martínez-Salamanca. De acuerdo con el urólogo, en la terapia focal “se busca conseguir un equilibrio entre la eliminación del tumor y mantener la calidad de vida sin comprometer los resultados oncológicos a largo plazo. Así como llevar a cabo la vigilancia activa del resto de la glándula”.
Solo el 15% de los que reciben la terapia focal van a necesitar algún tratamiento adicional
Se aplica en tumores localizados y pequeños, con un máximo de dos o tres focos muy cercanos el uno del otro y con opción de tratamiento curativo. “Aparte, es necesario que sea un paciente que no tenga un tumor agresivo. También importa el propio deseo del enfermo, que según su edad y sus expectativas sexuales decida este tratamiento”, explica el jefe de la Unidad de Urología del Hospital Ruber Internacional, el Dr. Antonio Allona Almagro. Por otro lado, el Dr. Juan Ignacio Martínez-Salamanca, incide también en que debe ser un tumor de bajo grado o de riesgo intermedio favorable. Asimismo, señala que se necesita una “buena concordancia entre los hallazgos de la resonancia magnética y los hallazgos de la biopsia de fusión”.
Existen diferentes tipos de terapia focal. Según explican los expertos, el Hospital Ruber Internacional emplea tres técnicas distintas: la crioterapia, el HIFU (Ultrasonidos Focalizados de Alta Intensidad) y la electroporación. “La crioterapia es una fuente de energía que está basada en frío y que se puede aplicar en cualquier localización prostática. El HIFU está indicada en tumores posteriores de la próstata, cerca del recto. Mientras que la electroporación (pulsos de alto voltaje de energía eléctrica) es bastante versátil, aunque no tanto como la crioterapia”, destaca Martínez-Salamanca.
Las diferentes alternativas de terapia focal permiten mantener la función prostática en más del 90% de los casos, con muy pocos efectos secundarios y un perfil de seguridad muy alto. Aunque requieren un seguimiento más estrecho. A su vez, el 15% de los pacientes van a necesitar algún tratamiento adicional. Afortunadamente, esto no es un problema: “Un enfermo después de terapia focal se puede perfectamente operar o tratar con radioterapia sin aumentar sus riesgos en comparación con que lo hubiese hecho antes de la terapia focal”, precisa el doctor Martínez- Salamanca.
OTROS TRATAMIENTOS
Respecto a las opciones quirúrgicas, el centro hospitalario ofrece una prostatectomía radical laparoscópica, asistida por el robot quirúrgico Da Vinci. Como apunta el doctor Antonio Allona, “el Da Vinci, con independencia de ser una cirugía menos invasiva, solo tiene dos inconvenientes. El paciente tiene que someterse a anestesia general y es una intervención más cara que el uso de la cirugía abierta convencional o la cirugía laparoscópica no asistida por el robot Da Vinci. Por lo demás todo son ventajas”.
El tratamiento con radioterapia es otra opción válida. En particular, el Ruber Internacional dispone del sistema de radiocirugía robótica “Cyberknife”. Es una técnica de radioterapia que reduce el número de sesiones necesariassin disminuir la seguridad oncológica.