“Un antes y un después, un paso muy importante en el abordaje de los pacientes que no responden a los tratamientos actuales”. Así describe la terapia CAR-T el jefe de Servicio de Hematología y Hemoterapia del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), el Dr. José María García Gala, en conversación con ConSalud.es.
Y es que la terapia inmunocelular CAR-T ha supuesto un cambio de paradigma en el tratamiento de los pacientes con enfermedades hematológicas agresivas con altas tasas de recaída. Patologías como el linfoma difuso de células B o la leucemia linfoblástica aguda, son un ejemplo. Esta última, constituye el 80% de los casos de leucemia en niños. Se estima que entre un 15 y un 20% de los pequeños tratados con quimioterapia, radioterapia, terapia dirigida o trasplante de progenitores hematopoyéticos, acaba recayendo en la enfermedad. Terapias como CAR-T ofrecen una nueva opción terapéutica con el objetivo de mejorar la supervivencia y la calidad de vida de los pacientes.
CAR-T es una terapia única, creada individualmente para cada paciente. Consiste en extraer, mediante aféresis, los linfocitos T del paciente para modificarlos genéticamente de manera que pueden reconocer y destruir las células cancerosas. El último paso: reinfundir estos linfocitos al paciente. Con solo una dosis, el tratamiento tiene potencial curativo para enfermedades oncohematológicas que hasta ahora carecían de opciones terapéuticas que permitiesen mejorar la supervivencia.
La llegada de este tratamiento tan innovador ha sacado a la luz nuevas necesidades, como la formación y divulgación de información completa y rigurosa a los profesionales sanitarios
En el hospital asturiano donde trabaja el Dr. García Gala y para recibir este tratamiento, el paciente debe ser evaluado en sesión clínica para determinar si la terapia CAR-T es la mejor opción terapéutica. Después, se remite al comité de expertos del Servicio de Salud del Principado de Asturias y a continuación, se refiere al Comité de Expertos del Ministerio de Sanidad. Una vez este último ha dado el visto bueno, el paciente será enviado a uno de los centros autorizados para llevar a cabo el tratamiento. Solo en Asturias y desde 2019, un total de nueve pacientes se han beneficiado de esta terapia. Todo ello sin contar con los participantes en ensayos clínicos.
La llegada de este tratamiento tan innovador ha sacado a la luz nuevas necesidades, como la formación y divulgación de información completa y rigurosa a los profesionales sanitarios. En esta línea, el Dr. García Gala subraya que “es necesaria una formación continua, tanto en los métodos de obtención, como en el manejo de las complicaciones del uso de este tipo de terapias”. En esta línea, destaca la experiencia de los hematólogos en el abordaje y seguimiento después del tratamiento de los pacientes con leucemia, linfomas y trasplantes.
Pese a los buenos resultados obtenidos de las terapias CAR-T en estos años, el hematólogo subraya que todavía hay muchos retos pendientes. “Desde establecer en qué situaciones emplearlos, hasta mejorar el control de las complicaciones pasando por mejorar los tratamientos”. Y es que quizás, en el futuro, las terapias CAR-T puedan realizarse sin tener que usar los linfocitos del propio paciente, apunta el médico.
Recientemente, el HUCA y Novartis han organizado una reunión para abordar los retos del uso de estas terapias. Para el Dr. García, estas jornadas son de gran interés, pues permiten “tener una visión actualizada y global de la situación real de este tipo de tratamientos”. Aspectos inmunológicos sobre cómo se “construyen” los componentes celulares, evidencia de la eficacia de los tratamientos y la importancia de la coordinación entre centros, así como la experiencia de los pacientes que hayan recibido la terapia, son algunos de los temas tratados en la reunión. Una cita “necesaria para conocer la situación actual y real de este tipo de terapia”, concluye el médico.