Las estenosis de la vía biliar consisten en un estrechamiento anormal de los conductos biliares, que puede ocurrir por múltiples causas. En el caso de origen benigno, el principal motivo de su aparición es postquirúrgico, ya sea por lesión iatrogénica de la vía biliar tras una cirugía abdominal alta o por desarrollo de fibrosis en pacientes portadores de anastomosis bilio-entéricas.
“Se trata de una patología que tiene una incidencia nada desdeñable, unas consecuencias potencialmente graves y amenazantes para la vida de los pacientes y un manejo complejo, que implica una alta tasa de ingresos por complicaciones, suponiendo su tratamiento un reto hasta en las manos más expertas”, ha explicado la doctora Eva Criado, adjunta de la Unidad de Radiología Intervencionista del Hospital Parc Taulí de Sabadell (Barcelona) y miembro de la Sociedad Española de Radiología Vascular e Intervencionista (SERVEI).
"Las estrategias terapéuticas llevadas a cabo mediante técnicas mínimamente invasivas hasta el momento están mostrando resultados prometedores y se están imponiendo como alternativas a la cirugía en el tratamiento de esta patología"
Durante su ponencia en el Congreso CIRSE 2022, la doctora Criado ha destacado el gran potencial que tienen los stents biodegradables en el manejo de esta dolencia como alternativa a la reparación quirúrgica o a otros tratamientos mínimamente invasivos.
“La reparación quirúrgica de este tipo de estenosis es compleja, debe ser realizada por cirujanos expertos y está asociada a unas tasas altas de morbilidad (25%) y mortalidad (2-13%). Las estrategias terapéuticas llevadas a cabo mediante técnicas mínimamente invasivas hasta el momento (tanto vía endoscópica como percutánea), por su parte, están mostrando resultados prometedores y se están imponiendo como alternativas a la cirugía en el tratamiento de esta patología, si bien no son óptimas, ya que requieren un seguimiento estricto del paciente y la necesidad de ingresos e intervenciones periódicas que tienen que ser realizadas bajo sedación”, ha señalado la experta.
Las prótesis fabricadas con polidioxanona han surgido como alternativa para el tratamiento mínimamente invasivo y con importantes ventajas respecto a las técnicas empleadas hasta el momento. Estas son implantadas por parte del radiólogo intervencionista mediante acceso transhepático percutáneo guiado por Rayos X, tras comprobar su funcionalidad, retiran el drenaje en apenas 24 horas después de la intervención.
“Con un solo ingreso es posible dar solución a un problema que previamente solo podría tratarse mediante intervenciones repetidas e ingresos periódicos, con la consecuente repercusión sobre la calidad de vida de los pacientes. Estas prótesis se degradan o reabsorben completamente en seis meses induciendo mínima inflamación, lo que no impide una posterior cirugía de rescate en caso de ser necesaria”, ha destacado la doctora Criado.
“Con un solo ingreso es posible dar solución a un problema que previamente solo podría tratarse mediante intervenciones repetidas e ingresos periódicos"
Uno de los puntos que resaltó la especialista durante su intervención fue el papel de los radiólogos intervencionistas españoles, resaltando el estudio Absorbable stents for treatment of benign biliary strictures: long-term follow-up in the prospective Spanish registry, promovido por la Universidad de Zaragoza, avalado por la SERVEI y centrado en investigar la seguridad y la eficacia de las prótesis reabsorbibles para el tratamiento de las estenosis benignas de la vía biliar.
“Se obtuvo un éxito técnico y clínico inmediato en el 100% de los casos, o sea que se pudo implantar el stent en todos los casos propuestos con mejoría inmediata de los síntomas clínicos y de los parámetros analíticos. No solo ofrecen mejores resultados técnicos, sino que repercuten en una menor estancia hospitalaria, menor número de intervenciones y mejor calidad de vida para los pacientes”, concluyó.