Es urgente realizar una búsqueda activa de los pacientes con hepatitis C, sobre todo entre los usuarios de drogas, para conseguir eliminar la enfermedad. Esta ha sido una de las principales conclusiones de la mesa "¿Qué pueden aportar las adicciones a la eliminación de la hepatitis C?" organizado por Gilead durante las XLVIII Jornadas Nacionales y III Congreso Internacional de Socidrogalcohol. En este sentido, España tiene la posibilidad real de eliminar la hepatitis C, pues actualmente es el país con mayor tasa de tratamiento por 10.000 habitantes de Europa.
Para ello, el moderador de este simposio, el Dr. Joan Colom, subdirector general de Drogodependencias de Cataluña y director del Programa de Prevención, Control y Atención al VIH, las ITS y las Hepatitis, subraya que "es importante disponer de un Plan de Prevención y Control de la Hepatitis C, como es el caso de Cataluña, donde se articulan actuaciones clave, tales como la prevención de la incidencia a través de tres estrategias: los programas de reducción de daños (programa de intercambio de jeringuillas + salas de consumo supervisado), los programas TAO (tratamiento con agonistas opioides) y el tratamiento utilizado como prevención en consumidores en activo y, por tanto, posibles transmisores de la infección". Además, es esencial "simplificar todos los procesos asistenciales, adaptando los circuitos a los pacientes en lugar de adaptar a estos a la estructura sanitaria, facilitando el cribado y derivación a tratamiento desde los propios centros de atención y seguimiento a las drogodependencias".
En esta mesa también ha participado la farmacéutica y coordinadora del Plan de Microeliminación de San Miguel Adicciones, Luz Goretti Santiago, quien ha señalado que "la vulnerabilidad y la multifactorialidad de la población drogodependiente nos obliga a plantear programas y planes acordes a las necesidades y adaptados a las circunstancias. Sin ellos sería imposible alcanzar objetivos. Nuestra intención es, en todo momento, mejorar y consolidar los procedimientos, intercambiar conocimientos y compartir experiencias con el fin de facilitar la implantación de protocolos en otros centros". Así, desde Gilead informan que "los usuarios de drogas tienen una baja percepción de riesgo, escasa información sobre la enfermedad y un desconocimiento claro de las consecuencias a medio y largo plazo, además de no tener constancia de los avances en tratamientos".
Goretti, en base a la experiencia adquirida en su centro y de su implicación en el programa HepCelentes, añade que es imprescindible para que el plan de microeliminación del VHC tenga éxito, que se acerque el sistema sanitario al paciente, simplificando la vía del diagnóstico y dando mayor accesibilidad a los tratamientos. Solo de esta forma se conseguirá la curación de la hepatitis C entre las personas que consumen drogas, eliminando así la enfermedad.
Se estima que alrededor de 76.000 pacientes con la infección activa, aún continúan sin tratamiento
Desde Gilead recuerdan en nota de prensa que "el reto que plantea la OMS es la eliminación de la hepatitis C como importante amenaza para la salud pública para 2030, algo para lo que se tiene que haber diagnosticado al 90% de los afectados y tratado al 80% de ellos para ese año. Se debe abordar eficientemente la prevención, el diagnóstico, el tratamiento y el seguimiento de los pacientes y, por ello, es necesario cuantificar la magnitud del problema, reducir la incidencia de la hepatitis C, promover el diagnóstico precoz en poblaciones prioritarias y prevenir la morbimortalidad y las complicaciones derivadas de la infección crónica por VHC".
España estaría a la cabeza entre los países que podrían conseguir la erradicación incluso antes de esta fecha, previsiblemente en 2024, siempre que se recuperen las tasas de detección y terapia de los últimos años, sobre todo en las poblaciones con mayor prevalencia de la infección. Desde que se implantara el Plan Estratégico para el Abordaje de la Hepatitis C, en nuestro país se han tratado más de 150.000 pacientes. Con todo, se estima que alrededor de 76.000 pacientes con la infección activa, aún continúan sin tratamiento.
Por su parte, la médico de drogodependencias y addiciones en el CCDA Ribera del Tinto (Palos de la Frontera, Huelva), la Dra. Miriam Álvarez, insiste en que "aunque en España se ha avanzado mucho en la eliminación de la hepatitis C, sigue siendo un Problema de Salud Pública. Tenemos muchos pacientes por tratar aún y una parte importante por diagnosticar. Conocemos la alta prevalencia de esta enfermedad en determinados grupos de riesgo (adictos a sustancias) y es por ello que se presenta el cribado de los mismos como vía indispensable hacia la curación y eliminación del VHC".
"Es prioritario diagnosticarlos, acercarlos al tratamiento y acompañarlos en todo el proceso, teniendo en cuenta las particularidades de estos pacientes (serán adictos antes, durante y tras el tratamiento)", subraya la Dra. Álvarez. Es por esta razón que deben superarse las barreras del infradiagnóstico así como la insuficiente derivación de pacientes a tratamientos. La clave para ello es establecer listados de potenciales pacientes, mantener seguimiento presencial o telefónico y un registro sistemático de la información. Ya en una segunda fase, se hace necesario obtener un diagnóstico rápido mediante la coordinación directa con atención especializada y derivación para tratamiento, acortando los circuitos e integrando los tratamientos en las unidades asistenciales de drogodependencias, entre otros.