Este martes se ha aprobado el anteproyecto de la Ley del Aborto en el Consejo de Ministros, como sustitución de la ley original de 2010. La nueva norma, además de incluir propuestas polémicas como permitir a las jóvenes de 16 años con discapacidad acudir a abortar sin el permiso de sus tutores legales o las bajas por dolor menstrual, hace una referencia especial a la educación sexual “para toda la vida” y a la anticoncepción, dedicándole a esta última un capítulo entero.
De esta forma, la nueva ley contempla facilitar el acceso a la píldora del día después, ofreciéndola de forma gratuita en centros de salud y servicios de salud sexual y reproductiva. Recoge el reparto gratuito de métodos de barrera anticonceptivos (preservativos) en los centros educativos, sociales y penitenciarios en campañas de educación sexual y señala la promoción de los métodos de anticoncepción masculina y el estudio de su financiación.
Entre otros puntos, establece la financiación por parte de la cartera de Seguridad Social de las píldoras anticonceptivas de última generación, después de que en 2013 se dejaran de incluir en el catálogo de servicio varias de las píldoras anticonceptivas.
Establece la financiación por parte de la cartera de Seguridad Social de las píldoras anticonceptivas de última generación
Con estas medidas se intenta potenciar la prevención ante el embarazo de niñas y mujeres por igual. Aunque lo cierto es que no termina de cubrir los distintos métodos anticonceptivos existentes ni acaba con la desigualdad regional que desde hace años está presente en España.
LA ANTICONCEPCIÓN EN ESPAÑA
Existe una gran variedad de métodos anticonceptivos con loS que prevenir el embarazo. Así encontramos métodos barrera como los preservativos con los que además de evitar el embarazo se protege frente a enfermedades de trasmisión sexual; la píldora del día después, cuando se necesita con urgencia tomar algo para prevenir el embarazo tras el coito; las píldoras anticonceptivas, los anillos vaginales o los parches, todos ellos químicos y hormonales que se pueden retirar fácilmente para recuperar la fertilidad, algunos incluso reducen la grasa facial (píldora trifásica) o se pueden utilizar durante el periodo de lactancia (píldora sin estrógenos o minipíldora).
También se cuenta con los dispositivos intrauterinos (DIU) de cobre o de progestina que bloquean a los espermatozoides y se pueden retirar cuando se quiera volver a ser fértil, y con los métodos permanentes y no reversibles como es la vasectomía en hombres y la ligadura de trompas en las mujeres.
Sin embargo, pese a la variedad, ni hombres ni mujeres pueden acceder a los métodos más efectivos para su situación, ya que, en ocasiones, la financiación varía en función de la comunidad autónoma.
“El Ministerio de Sanidad y el de Igualdad deben replantearse con urgencia la financiación de todo”
Y es que actualmente solo seis comunidades autónomas financian todos los métodos anticonceptivos, según la Sociedad Española de Contraconcepción (SEC). Estas son Aragón, Valencia, Andalucía, Cantabria, La Rioja y Baleares. “En el resto de las regiones solo está financiada la anticoncepción de urgencia, como el DIU o la píldora del día después, y píldoras anticonceptivas, pero no todas”, manifiesta el presidente de la SEC, José Luis Gutiérrez, a Consalud.es.
Las barreras al acceso hacen que las mujeres no puedan contar con los métodos anticonceptivos más recomendables para su salud. También provocan un sesgo en las consultas. “Nosotros hacemos asesoramiento de planificación familiar con anticonceptivos financiados, los demás no se ofrecen en la sanidad pública”, denuncia el Dr. Gutiérrez, quien también trabaja en el Servicio de Obstetricia y Ginecología del Hospital Universitario Virgen Macarena en Sevilla. Esto también produce un cierto prejuicio a las propias mujeres, quienes han de ser las encargadas, en su gran mayoría, de mantener el control de los métodos, ya que los hombres no cuentan con anticoncepción financiada por la Seguridad Social más allá que la vasectomía.
“Por ejemplo, las mujeres jóvenes tienden a tener más relaciones sexuales y a ser más olvidadizas para tomar la píldora. Con un DIU no tendrían que preocuparse”, señala el presidente de la SEC. Ante esta situación recuerda que habrá mujeres “mosqueadas” porque no pueden ofertarles métodos que en otras comunidades sí están cubiertos por el sistema de salud correspondiente. Una situación que la nueva ley del aborto no parece que vaya a modificar. “El Ministerio de Sanidad y el de Igualdad deben replantearse con urgencia la financiación de todo”, concluye el experto.