Una investigación ha identificado un amplio abanico de factores del riesgo de demencia juvenil cuyos resultados cuestionan la idea de que la genética sea el único origen de la enfermedad. De esta manera, sientan las bases de las nuevas estrategias de prevención, tal y como publican desde la revista “JAMA Neurology”.
DEMENCIA
La demencia precoz es una patología que afecta alrededor de 370.000 personas cada año. Aunque las investigaciones han sido escasas, parece que se acaba de abrir una nueva línea de investigación que podría cambiar las acciones de prevención.
Este síndrome afecta a la memoria, el lenguaje, juicio y capacidad de orientación, así como de comprsión. Las lesiones que afectan al cerebro son el origen de esta enfermedad que altera significativamente la calidad de vida.
ESTUDIO
El estudio ha sido llevado a cabo por la Universidad de Exeter en reino Unido y la Universidad de Maastricht en Países Bajos. Y ha tenido la participación de hasta 350.000 participantes menores de 65 años a los que se les ha realizado un seguimiento. La investigación de UK Biobank evaluó una amplia gama de factores de riesgo, con predisposiciones genéticas hasta las influencias ambientales o relacionadas con el estilo de vida.
Entre las conclusiones del estudio, se descubrieron hasta 15 factores de riesgo, similares a los de la demencia tardía. Además, por primera vez en las líneas de investigación, se ha presentado la posibilidad de reducir el riesgo de demencia temprana a través de los factores relacionados con la salud y el estilo de vida.
“Se suele suponer que la causa es genética, pero en muchos casos no sabemos exactamente cuál es”
Entre algunos de los factores que elevan significativamente el riesgo de demencia temprana encontraron:
-Menor educación formal
-Un nivel socioeconómico más bajo
-Variaciones genéticas
-Consumo de alcohol y el aislamiento social
-La depresión
-Los accidentes cerebrovasculares
-Las deficiencias auditivas
-Las cardiopatías
INTERVENCIÓN TEMPRANA
El profesor David Llewellyn, de la Universidad de Exeter destaca la importancia de los resultados para la actuación inmediata. Resaltando la posibilidad de intervención una vez delimitadas las causas de la demencia temprana."Este estudio pionero ilustra el papel crucial de la colaboración internacional y los macrodatos para avanzar en el conocimiento de la demencia", asegura el experto.
Es la primera vez que se demuestra la posibilidad de reducir los riesgos de padecer esta enfermedad a través de la actuación de múltiples -y distintos- factores. Y es que, el origen de estudiar otros factores nace de la gravedad que tiene sufrir esta enfermedad a una edad temprana. Como explica El doctor Stevie Hendriks, investigador de la Universidad de Maastricht: “La demencia de aparición temprana tiene consecuencias muy graves, porque las personas afectadas suelen seguir teniendo trabajo, hijos y una vida ajetreada”.
No obstante, ya había líneas de investigación que eran conocedoras de la existencia de factores de riesgo modificables que involucraban la forma física, el estado mental o el estrés crónico, así como la sociedad y la depresión, pero en demencia a edades avanzadas.
La doctora Leah Mursaleen, Jefa de Investigación Clínica de Alzheimer's Research, y que cofinanció UK explica que "en los últimos años se ha llegado a un consenso cada vez mayor de que la demencia está relacionada con 12 factores de riesgo específicos modificables, como el tabaquismo, la presión arterial y la pérdida de audición. Ahora se acepta que hasta cuatro de cada 10 casos de demencia en el mundo están relacionados con estos factores".