La leche materna protege a los recién nacidos frente a enfermedades pulmonares, favoreciendo el correcto desarrollo del aparato respiratorio. Esta es una de las principales conclusiones a las que ha llegado un estudio multidisciplinar liderado por Meghan Azad, profesora adjunta de pediatría y salud infantil de la Universidad de Manitoba (Canadá), con el que ha demostrado que los bebés alimentados exclusivamente con leche materna tienen hasta un 33% menos de casos de jadeos o sibilancias durante el primero año de vida.
En el caso de niños con madres asmáticas, la labor de prevención de la leche materna es aún más eficaz, las sibilancias se reducen hasta en un 62% en bebés que han sido alimentados exclusivamente con leche humana durante los primeros seis meses.
Entre un 20% y 50% de los recién nacidos experimentan al menos un episodio de jadeos hasta cumplir un año
El estudio se presentará en el XIII Simposio Internacional de Lactancia Materna promovido por Medela, que se celebrará en París durante el 22 y el 23 de marzo. En él, los expertos abordarán la importancia de la prevención de enfermedades pulmonares en los bebés, así como sus consecuencias económicas en los actuales sistemas de salud. Además, debatirán sobre si ha llegado o no el momento de desarrollar un nuevo programa educativo para ayudar a las familias con historiales genéticos de asma a comprender el potencial de la leche materna en su prevención.
Las sibilancias son una de las principales causas de hospitalización durante la infancia. Se trata de episodios en los que los bebés tienen dificultades para respirar durante al menos 15 minutos, produciendo un silbido en su pecho en cada inspiración. Según las conclusiones del estudio, en el que han participado niños de entre 0 y 5 años y científicos de 20 disciplinas diferentes, entre un 20% y 50% de los recién nacidos experimentan al menos un episodio de jadeos hasta cumplir un año.
Los datos del estudio revelan que los bebés que abandonan la lactancia previamente o la combinan con otro tipo de alimentación, como la leche de fórmula, experimentan el doble de episodios de jadeos y mayores dificultades respiratorias
Los bebés cuyas madres tienen asma son quienes más se benefician de las propiedades de la alimentación exclusiva con lecha materna en materia de prevención de enfermedades respiratorias. Los episodios de jadeos se reducen de media de 1.40 a 0.33 por bebé y por año. Este factor cobra mayor importancia ante el componente genético que presenta esta enfermedad. En cambio, los datos del estudio revelan que los bebés que abandonan la lactancia previamente o la combinan con otro tipo de alimentación, como la leche de fórmula, experimentan el doble de episodios de jadeos y mayores dificultades respiratorias.
Uno de los descubrimientos más inesperados ha sido la identificación del sexo como un factor de riesgo en el desarrollo de enfermedades respiratorias. Los niños tienen una mayor predisposición a sufrir jadeos y se estima que pueden necesitar casi el doble de atención médica que las niñas. Aunque aún no se ha demostrado el origen de esta diferencia, algunas hipótesis defienden que podría estar provocada por las hormonas femeninas presentes en la leche materna.