Una nueva investigación de la Universidad Internacional de Valencia (VIU), que cuenta con la participación de Diana M. Bravo Saquicela, alumna del Máster en Bioética de la VIU,y el Dr. Juan Pablo Rey-López, docente e investigador de VIU, analiza la obesidad y el sobrepeso entre la población infantil en España. Entre las conclusiones apuntan que en los últimos diez años, ha seguido creciendo la obesidad y el sobrepeso en comparación a la primera década del siglo XXI, más concretamente indica que, entre 2011 y 2021 el porcentaje de niños con sobrepeso aumentó hasta casi el 40%.
“Las políticas utilizadas para luchar contra la obesidad infantil en nuestro país no están funcionando y se requieren nuevas políticas para frenar y revertir dichas tendencias. Este problema de salud ha sido tildado por los expertos como una ‘bomba de relojería’ para los sistemas de salud y la economía de muchos países, ya que dicho crecimiento de la prevalencia de la obesidad en la infancia se remonta en el mundo a 1975. Existen marcadas diferencias dependiendo de la nación o región estudiada y la clase social”, indica Diana Bravo.
Los investigadores han analizado un total de 13 estudios que representan a 34.813 españoles de entre 2 a 13 años. Juan Pablo Rey-López, destaca que la principal franja en la que se puede observar un exceso corporal es en los niños de entre 2 y 6 años.
“Las políticas utilizadas para luchar contra la obesidad infantil en nuestro país no están funcionando y se requieren nuevas políticas para frenar y revertir dichas tendencias"
El estudio aporta cifras que muestran este evidente aumento de la obesidad. Entre 1999 y 2010 un total de 23,3% niños tenían sobrepeso, dato que aumentó hasta 39,9% entre 2011 y 2021. Por otro lado, entre los niños de 7 a 13 años, un total de 32,3% sufría sobrepeso en el periodo 1999-2010, frente al 35,5% que se calculó entre 2011 y 2021.
En base a esta situación actual, Diana M. Bravo Saquicela y Juan Pablo Rey-López, advierten de la importancia de implantar y desarrollar las cinco políticas prioritarias que proponen los nutricionistas de salud pública para crear entornos alimentarios más saludables.
“En primer lugar, llevar a cabo una regulación de los anuncios de alimentos y bebidas poco saludables dirigidos a niños; en segundo lugar, la promoción de alimentos más saludables en máquinas expendedoras ubicadas en entornos educativos, de salud y deportivos comunitarios; por continuar, limitar la accesibilidad a los alimentos y bebidas ultra procesados, a través de impuestos sobre estos y descuentos sobre los alimentos saludables ;en cuarto lugar, un etiquetado de alimentos y bebidas con calificaciones de salud y, por último, la reformulación de productos poco saludables”, concluyen.