Científicos de Reino Unido y Alemania han desarrollado una nueva forma de tratar la enfermedad de Alzheimer e incluso de prevenirla. En una investigación publicada en 'Molecular Psychiatry, han conseguido reducir los síntomas del alzhéimer en modelos de ratoncitos con la enfermedad.
Según explican en nota de prensa, en lugar de centrar sus tratamientos en la proteína beta amiloide cuando forma placas del cerebro que se asocian a la enfermedad y en las que es común que las investigaciones actuales se focalicen, los investigadores crearon anticuerpos hacia otra forma de la proteína soluble.
La proteína beta amiloide existe de forma natural como moléculas en solución muy flexibles, similares a cuerdas, que pueden unirse para formar fibras y placas. En la enfermedad de Alzheimer, una alta proporción de estas moléculas en forma de hilo se acortan o "truncan", y algunos científicos piensan que estas formas son clave para el desarrollo y la progresión de la enfermedad.
Tanto el anticuerpo como la vacuna ayudaron a restaurar la función neuronal, aumentar el metabolismo de la glucosa en el cerebro, restaurar la pérdida de memoria y, aunque no estaban directamente dirigidos a ellos, reducir la formación de placa beta amiloide
“En los ensayos clínicos, ninguno de los tratamientos potenciales que disuelven las placas amiloides en el cerebro ha mostrado mucho éxito en términos de reducir los síntomas de la enfermedad de Alzheimer. Algunos incluso han mostrado efectos secundarios negativos", señala el profesor Thomas Bayer, del Centro Médico Universitario de Göttingen y parte del equipo del estudio. Su idea fue identificar "un anticuerpo en ratones que neutralizaría las formas truncadas de beta amiloide soluble, pero que no se uniría ni a las formas normales de la proteína ni a las placas ".
Al utilizar este anticuerpo la proteína se dobló sobre sí misma en forma de horquilla. "Esta estructura nunca se había visto antes en la beta amiloide. Sin embargo, el descubrimiento de una estructura tan definida permitió al equipo diseñar esta región de la proteína para estabilizar la forma de horquilla y unirse al anticuerpo de la misma manera", indica el profesor Mark Carr, del Instituto de Biología Química y Estructural de Leicester de la Universidad de Leicester. "Nuestra idea era que esta forma modificada de beta amiloide podría potencialmente usarse como una vacuna, para activar el sistema inmunológico de alguien para producir anticuerpos", continúa.
Al introducir un tratamiento de anticuerpos y otro basado en la vacuna beta amiloide modificada en los ratones observaron que tanto el anticuerpo como la vacuna ayudaron a restaurar la función neuronal, aumentar el metabolismo de la glucosa en el cerebro, restaurar la pérdida de memoria y, aunque no estaban directamente dirigidos a ellos, reducir la formación de placa beta amiloide. "Los resultados hasta ahora son muy emocionantes. Si el tratamiento tiene éxito, podría transformar la vida de muchos pacientes ", concluye el profesor Bakrania.