Un 30% de personas con enfermedad de Parkinson sufre depresión. Además de la limitación física que supone esta patología neurodegenerativa, diferentes estudios han evidenciado la depresión como otro síntoma. En algunos casos este trastorno de salud mental aparece como una afectación precoz de la enfermedad, en otros casos se ha visto que el daño cerebral que produce el párkinson se da en una zona relacionada con la motivación, provocando una falta de serotonina.
Tradicionalmente se han utilizado antidepresivos para abordar la depresión, pero un estudio reciente realizado en hospitales públicos y privados de la Comunidad de Madrid y liderado por la Unidad de Trastornos del Movimiento del Hospital Universitario Sanitas La Moraleja ha evidenciado que un fármaco dedicado a pacientes con enfermedad de Parkinson mejora los propios síntomas motores de esta patología y también la depresión que esta genera.
Los investigadores partieron de los buenos resultados de la safinamida en reducir los síntomas motores del párkinson y por tanto mejorar la calidad de vida de los pacientes. Directamente relacionado con esta última circunstancia está la depresión, por lo que los investigadores han intentado averiguar si el fármaco es aquí también útil.
Este fármaco también parece reducir otros síntomas como el dolor o mejorar el sueño de estos pacientes
“Nos preguntábamos si la safinamida, que es un fármaco útil para mejorar los síntomas motores de la enfermedad de Parkinson, podría funcionar también en la depresión que esta patología también genera. Y la respuesta es afirmativa”, explica Esteban Peña, investigador principal del estudio y neurólogo del Hospital La Moraleja.
La safinamida es un fármaco multimodal con un doble mecanismo de acción, dopaminérgico (inhibición reversible de la monoaminooxidasa B) y no dopaminérgico (modulación de la liberación anómala de glutamato), que ofrece un enfoque innovador para el tratamiento de los síntomas motores y no motores, así como de las complicaciones motoras.
Además de mejorar los síntomas de la depresión asociada al párkinson, este fármaco también parece reducir otros síntomas como el dolor o mejorar el sueño de estos pacientes.
En el estudio publicado en Brain Sciences y presentado en varios congresos científicos europeos han participado neurólogos de los hospitales Ramón y Cajal, La Princesa, Infanta Leonor e Infanta Sofía, entre otros