En los últimos años, el uso del cigarrillo electrónico o vapeador ha experimentado un alarmante aumento, especialmente entre la población más joven. Si bien en un inicio se promocionó como una alternativa más segura al cigarrillo tradicional, cada vez más estudios y expertos advierten de los riesgos y consecuencias negativas que esto puede acarrear para la salud.
El uso del cigarrillo electrónico entre los jóvenes también plantea preocupaciones relacionadas con el tabaquismo. Varios estudios han encontrado una correlación entre el vapeo en la adolescencia y la posterior adicción al cigarrillo convencional.
Los jóvenes que experimentan con los cigarrillos electrónicos tienen más riesgo de probar el tabaco, y en casos extremos pero frecuentes a desarrollar adicciones al tabaco. Según las encuestas del Plan Nacional sobre Drogas del Ministerio de Sanidad, un 40,5% de los adolescentes entre 14 y 18 años ha consumido cachimba y alrededor de un 25% ha consumido tabaco en el último mes.
El director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, ha sentenciado que los cigarrillos electrónicos y los vapeadores "tienen que ser regulados", ya que "son una trampa", y ha pedido a los Estados miembros que hagan "todo lo posible" para "proteger a sus ciudadanos".
"Cuando la industria tabaquera introdujo los cigarrillos electrónicos y el vapeo, uno de los argumentos que intentaron vender es que formaban parte de la reducción de daños. No es cierto. En realidad es una trampa"
"Cuando la industria tabaquera introdujo los cigarrillos electrónicos y el vapeo, uno de los argumentos que intentaron vender es que formaban parte de la reducción de daños. No es cierto. En realidad es una trampa", ha explicado este viernes en una rueda de prensa celebrada en Ginebra (Suiza).
Según Tedros, los niños están siendo "reclutados" a una edad temprana, con 10, 11 y 12 años para vapear. "Piensan que es guay porque viene en diferentes colores y diferentes sabores, pero luego se enganchan de por vida", ha apuntado, recordando que el siguiente paso es fumar tabaco tradicional.
Además, ha advertido de que "muchos anuncios" de estos productos se encuentran "dentro o cerca de las escuelas". Por ello, ha insistido en regularlo y ha urgido a "tomárselo en serio".
Finalmente, todas estas son muchas razones para animar a los vapeadores a que abandonen el consumo de este producto con el fin, no solo de mejorar la salud propia, sino de además preservar y cuidar nuestro planeta.