La revista científica New England Journal of Medicine ha publicado los resultados de un reciente estudio muy prometedores en la lucha contra el cáncer. La investigación ha contado con el patrocinio de la farmacéutica GSK y ha estado liderado por el equipo del Centro Oncológico Memorial Sloan Kettering de Nueva York.
Se trata de un ensayo clínico en el que se ha administrado a 12 participantes con cáncer colorrectal el fármaco Dostarlimab (anticuerpo monoclonal que bloquea el receptor de la proteína de muerte celular programada 1): una dosis (con un precio de 11.000 dólares cada una) cada tres semanas durante un periodo de seis meses. El resultado es esperanzador: se ha conseguido eliminar por completo el cáncer sin evidencia cínica a través de resonancia magnética, TEP, endoscopia, biopsia o tacto rectal, según reza la referida publicación. No se han producido efectos secundarios graves y el resultado, en términos de eficacia del tratamiento, es del 100%, sin necesidad de quimioterapia neoadyuvante y radiación, seguida de reserción quirúrgica del recto que suele ser el tratamiento habitual en estos casos de cáncer de recto localmente avanzado.
Los responsables de esta esperanzadora investigación han afirmado que ahora se requiere replicar el estudio con el objetivo de confirmar los resultados. No cabe duda de que se trata de un importante logro en la lucha contra el cáncer, pero lo cierto es que estamos ante unos resultados sobre los que debemos ser cautelosos, tal y como explica el doctor Javier Gallego, oncólogo médico del Hospital General Universitario de Elche.
“Hay que intentar ponderar un poco para no lanzar las campanas al vuelo de forma precipitada, aunque previsiblemente este sea el camino del tratamiento de cáncer de recto con estas características y con esta selección molecular”
“Soy bastante crítico con los resultados de este estudio", explica. “Hablamos de un grupo de pacientes con cáncer de recto, que corresponde solo al 5% de los pacientes con cáncer de recto que tienen esta pérdida de expresión de proteínas reparadoras o inestabilidad de microsatélites”. Unos pacientes sobre los que afirma que ya se sabía que la quimioterapia funcionaba menos, y “se estaban planteando tratamientos alternativos”. En este sentido, declara que en los casos de enfermedad avanzada “tenemos ya aprobación indicada para uso de inmunoterapia”.
Retomando los datos del estudio que nos ocupa, el doctor Gallego pide cautela, ya que se trata de un ensayo clínico realizado con una muestra muy pequeña. “Esta publicación que se ha hecho en New England'son 12 pacientes y estaba diseñado para contar con 30, por lo que se ha hecho de forma precipitada y sin completarse el estudio”, declara.
“Por otra parte, el estudio tiene poco seguimiento y, a pesar de que los resultados son muy esperanzadores, lo lógico sería esperar más tiempo para ver si los resultados son definitivos a más largo plazo. Lo lógico sería completar los 30 pacientes, hacer una publicación y, a partir de ahí, ver como se sitúa esta evidencia y la trascendencia que tiene, porque lo que no parece lógico es que se haga un estudio comparativo con el estándar actual como ha pasado con otras investigaciones de la inmunoterapia que se han aprobado con evidencia de pocos pacientes”, expone.
“La conclusión es que es un resultado esperanzador, pero desde luego la publicación en New England con esa población parcial de 12 pacientes y con tan poco seguimiento, es francamente criticable. Creo que no es formalmente correcto desde el punto de vista científico que esto se haya publicado a pesar de que se trate del New England”, apostilla el doctor Gallego.
“Hay que intentar ponderar un poco para no lanzar las campanas al vuelo de forma precipitada, aunque previsiblemente este sea el camino del tratamiento de cáncer de recto con estas características y con esta selección molecular”, concluye el experto.