Miguel Ángel Ariza Gracia obtuvo una invitación de su profesora, Begoña Calvo, catedrática de la Universidad de Zaragoza, para realizar su tesis doctoral en el Instituto de Investigación en Ingeniería de Aragón (I3A). "Esta hoja Excel es una córnea y hay que reconstruirla", fue el mensaje que recibió. Él aceptó el reto; aplicar métodos y modelos numéricos a la investigación en Oftalmología, que junto a los avances en imágenes 3D, tratan de aportar a los médicos más información, y de manera más precisa, para obtener mejores cirugías, más personalizadas, y nuevos tratamientos.
En esta línea de investigación, enmarcada en el proyecto Europeo PopCorn, es en la que ha estado trabajando desde septiembre de 2013 bajo la supervisión de Begoña Calvo y José Félix Rodríguez Matas, del grupo de investigación en Mecánica Aplicada y Bioingeniería (AMB) del I3A, y del Laboratory of Biological Structure Mechanics (LabS) del Politecnico di Milano, respectivamente. Ahora, la Universidad de Zaragoza ha reconocido su trabajo con el premio extraordinario a la mejor tesis doctoral del programa de Ingeniería Biomédica de 2017.
Este proceso de reconstrucción, traslado de datos clínicos al modelo y generación de un modelo de elementos finitos se puede utilizar para simular otros tratamientos o a reproducir diferentes técnicas quirúrgicas
Los avances en biomecánica de la córnea permitirán mejorar la cirugía láser para miopía, hipermetropía y astigmatismo y desarrollar sistemas de detección más precisos de diferentes patologías de la córnea. Aquí se unen tres tecnologías: la topografía (permite medir la geometría de la córnea), la tonometría de no contacto o soplo de aire (deforma la córnea para obtener variables dinámicas que se creen asociadas a las propiedades de la córnea) y los modelos in silico o numéricos. Las tres, junto a la tecnología de imagen plenóptica, "pueden permitir obtener la geometría del ojo de un paciente, con sus propiedades personalizadas para dar mejor asesoramiento a los médicos en las cirugías refractivas o en la planificación de otra intervención quirúrgica", subraya Miguel Ángel Ariza.
Por su parte, Begoña Calvo puntualiza que este proceso de reconstrucción, traslado de datos clínicos al modelo y generación de un modelo de elementos finitos se puede utilizar para simular otros tratamientos o a reproducir diferentes técnicas quirúrgicas. "El trabajo de Miguel Ángel nos ha permitido adentrarnos en lo que hoy se conoce como inteligencia artificial, disponer de los algoritmos necesarios para generar bases de datos que puedan ser utilizados en la clínica", señala.
La calidad del tejido de la córnea depende de las fibras de colágeno que tenemos embebidas en el estroma corneal, su orientación es lo que le da esa transparencia y sus enlaces (crosslinks) la integridad estructural. "Nuestra propuesta es ir un paso más allá, trabajar para entender mejor la fibra de colágeno", explica el joven investigador.