Según informa el Consorcio Centro de Investigación Biomédica en Red de Epidemiología y Salud Pública (Ciberesp) del Instituto de Salud Carlos III, las personas mayores y adultos que viven en barrios con más zonas verdes, tienen menos riesgo de padecer síndrome metabólico que los que viven en otros lugares menos verdes.
Investigadores del Ciberesp en el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) han llegado a esta conclusión, que refuerza la idea de que los espacios verdes son beneficiosos para la salud.
El síndrome metabólico es un conjunto de afecciones que se presentan al mismo tiempo y que incluye obesidad, hipertensión, niveles altos de azúcar en sangre y anormalidad en los niveles de grasa. Constituye un factor de riesgo importante para enfermedades no transmisibles como ataques cardíacos, diabetes o ictus.
Se observó una asociación más grande en las mujeres que en los hombres
Hasta ahora, diversos estudios habían analizado la asociación entre la exposición a espacios verdes y algunos componentes individuales del síndrome metabólico a corto plazo. El equipo de ISGlobal y Ciberesp ha sido el primero en examinarlo en su conjunto y a largo plazo.
El estudio, que ha sido publicado en la revista Environmental Pollution, ha estudiado a más de 6.000 personas de entre 45 y 69 años a las que realizaron cuatro seguimientos a lo largo de 14 años. Las pruebas consistieron en análisis de sangre, medición de la presión arterial y medición del perímetro de la cintura, entre otras.
En relación a los mecanismos que explican la relación entre la exposición a espacios verdes y la prevención del síndrome metabólico, Carmen de Keijzer, primera autora del estudio e investigadora de ISGlobal, explica que la asociación “podría estar mediada por las oportunidades que ofrecen los espacios verdes para realizar actividad física, así como la mitigación de la exposición a la contaminación del aire”.
Se observó una asociación más grande en las mujeres que en los hombres: ““Ellas, en general, pasan más tiempo en el entorno residencial, lo que podría explicar esta diferencia de género”, argumenta, Keijzer.
Otro de los datos que arrojó el estudio es que se encontraron más beneficios en el caso de los espacios verdes que contaban con mayor cobertura de árboles. Esto, según Payam Dadvand, investigador del Ciberesp,”proporciona una base para futuras investigaciones para identificar las características de la vegetación que influyen positivamente en nuestra salud”.