Los investigadores han propuesto un cambio radical en la forma en que se define la enfermedad de Alzheimer y se han centrado en los cambios biológicos en el cuerpo en lugar de síntomas clínicos como la pérdida de memoria y el deterioro cognitivo.
El nuevo marco de investigación pretende proporcionar a los científicos un lenguaje común para describir la enfermedad en estudios de investigación basados en cambios mensurables en el cerebro que distingan al alzheimer de otras causas de demencia. Precisamente, los cambios propuestos se basan enbiomarcadores, en lugar de en síntomas clínicos.
El objetivo es ayudar a mejorar la búsqueda de tratamientos para el alzheimer por parte de las compañías farmacéuticas
Los movimientos permitirían a las compañías probar los medicamentos en las personas antes de que aparezcan los síntomas, ofreciendo una mejor oportunidad de intervención antes de que la enfermedad haya destruido demasiadas células cerebrales.
El objetivo es que la nueva definición ayude a los investigadores a elegir mejores temas para probar nuevos tratamientos para el alzheimer, lo que puede ayudar a mejorar la búsqueda de tratamientos por parte de las compañías farmacéuticas.
Hasta ahora, los medicamentos experimentales para la enfermedad de Alzheimer no han tenido un buen historial, ya que la mayoría de estos medicamentos se han centrado en eliminar la proteína beta amiloide del cerebro. Sin embargo, estudios recientes han demostrado que alrededor del 30% de las personas que han participado en ensayos clínicos para fármacos de alzheimer no tenían beta amiloide en sus cerebros.