Un equipo de científicos del Centro de Investigación del Cáncer y el Centro de Biología Molecular Severo Ochoa, pertenecientes al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha realizado un estudio que abre la puerta al diseño de nuevos tratamientos contra el cáncer. La investigación se ha publicado en la revista Oncogene y está basada en la interacción de las proteínas Ras y Sos, que podrían ser la clave de tratamientos oncológicos futuros.
El estudio revela que las proteínas Ras, al ser activadas por las proteínas Sos, tienen un papel vital en la dinámica y función de las mitocondrias. “Las mitocondrias se encuentran en casi todas las células humanas y son vitales para la salud y supervivencia. Participan en tareas como la señalización celular, el almacenamiento de calcio, la producción de calor y la muerte celular. Cuando se producen fallos en la función mitocondrial, estos llevan a una gran cantidad de patologías humanas, el cáncer entre ellas”, informa una de las investigadoras autoras del estudio, Carmela Gómez.
Las proteínas Ras y los genes del mismo nombre, se consideran oncogénicos cuando presentan determinadas mutaciones y son activados mediante la acción de varios factores de intercambio de nucleótidos de guanina (GEF). Entre ellos, destacan las proteínas Sos, la familia más universal de activadores Ras-GEF. Investigaciones previas han constatado que esta proteína Ras, controla diversas vías de señalización que modulan procesos como el metabolismo celular, el crecimento, la homeostasis de la glucosa-insulina y la lipólisis en respuesta a diferentes estímulos extracelulares.
Uno de los tratamientos contra cánceres con mutaciones en Ras con más potencial está basado en el diseño de inhibidores dirigidos a la interacción de las proteínas Ras-Sos
Carmela Gómez añade que en la investigación han demostrado que "las mitocondrias de células sin Sos sufren defectos estructurales y funcionales que se reflejan en su metabolismo y balance energético, como una menor respiración mitocondrial y flexibilidad metabólica". Las mutaciones en estos geners Ras favorecen el desarrollo, mantenimiento y progresión del cáncer a través de la activación de diferentes rutas metabólicas que están implicadas en la modulación del crecimiento celular, metabolismo y balance energético.
En este sentido, la primera autora del estudio e investigadora del CIBER de Cáncer, Rósula García-Navas, apostilla que “las mutaciones que activan Ras se encuentran en cerca del 30% de los cánceres humanos. Desde hace más de treinta años existen numerosos estudios sobre estas proteínas, pero aún no existen fármacos para luchar contra ellas".
Uno de los tratamientos contra cánceres con mutaciones en Ras con más potencial, está basado en el diseño de inhibidores dirigidos a la interacción de las proteínas Ras-Sos. Por esta razón, la investigadora concluye que "es importante conocer rutas alternativas, donde la activación de Ras sea relevante para la célula", ya que "son herramientas de gran utilidad para diseñar tratamientos paralelos que combinen fármacos dirigidos a estas vías".