Inmuno-PET, la novedosa técnica de imagen que permite visualizar el cáncer con mayor precisión

La técnica inmuno-PET permite observar a escala molecular lo que ocurre desde que aparece la enfermedad y monitorizar la eficacia de los tratamientos

InmunoPET de un modelo de cáncer de mama triple negativo usando nanobodies marcados. La flecha señala el tumor y el asterisco, el corazón (Foto: Francisca Mulero/CNIO)
InmunoPET de un modelo de cáncer de mama triple negativo usando nanobodies marcados. La flecha señala el tumor y el asterisco, el corazón (Foto: Francisca Mulero/CNIO)
CS
17 agosto 2023 | 12:00 h
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Una nueva técnica de imagen permite visualizar con mayor precisión el cáncer y monitorizar la eficacia de los tratamientos. Se trata de la técnica inmuno-PET, que ya ha demostrado su potencial para el diagnóstico temprano y el tratamiento de tumores de pulmón, hematológicos y de mama, según explica Francisca Mulero, jefa de la Unidad de Imagen Molecular en el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), en un artículo publicado en la revista "Frontiers in Medicine".

El cáncer aparece y se desarrolla en el ámbito de los genes y las proteínas, por lo que no se puede ver a simple vista. Sin embargo, gracias a los avances en técnicas de imagen cada vez más precisas, su estudio se ha ido volviendo accesible con el paso del tiempo. En este contexto se desarrolla la inmuno-PET.

Mulero: "Es una innovadora técnica capaz de revolucionar el diagnóstico de enfermedades, las decisiones terapéuticas y los resultados en pacientes”

La la inmuno-PET es una técnica de imagen que permite observar a escala molecular y en tiempo real lo que ocurre desde que aparece la enfermedad. "Es una innovadora técnica capaz de revolucionar el diagnóstico de enfermedades, las decisiones terapéuticas y los resultados en pacientes”, explica Mulero.

Esta técnica está basada en la Tomografía por Emisión de Positrones (escáner PET), en la que se inocula en el organismo una pequeña cantidad de sustancia radiactiva o radiofármaco. Generalmente, el radiofármaco más utilizado contiene glucosa, de la que se alimentan las células. Cuando se acumula donde las células están consumiendo más energía, emite una radiación detectable, por lo que la imagen se ilumina.

Ahora, la inmuno-PET cuenta con más precisión que la PET convencional, debido a que el radiofármaco empleado es mucho más preciso a la hora de señalar lo "interesante" desde el punto de vista médico. Para lograr esto, se añade a la sustancia radiactivaanticuerpos diseñados en función de lo que se desea detectar. 

En la nueva técnica, los anticuerpos guían al radiofármaco hasta los procesos o tejidos que es necesario estudiar. Esto permite observar en tiempo real y en organismos vivos los cambios moleculares relacionados con el inicio de enfermedades o etapas tempranas, su progresión y su respuesta a los medicamentos.

En este sentido, el potencial de la técnica se ha demostrado en oncología, siendo esta una de las áreas de aplicación más prometedoras. Además, en este campo la técnica puede aportar también beneficios en la detección, seguimiento y comprobación de respuesta al tratamiento en tumores de pulmón, hematológicos y de mama.

Así, la  jefa de la Unidad de Imagen Molecular en el CNIO, junto con Jorge L. Martínez Torrecuadrada, jefe de la Unidad de Producción de Proteínas del CNIO, ha logrado observar con inmuno-PET las metástasis del cáncer de mama triple negativo, el tipo más agresivo.

Mulero: "Para desarrollar todo el potencial de la técnica hace falta más investigación y más colaboración entre científicos, profesionales clínicos y representantes de la industria”

Para ello, emplearon nanobodiesanticuerpos de los camélidos y los tiburones, con un tamaño diez veces menor que los anticuerpos humanos. Los investigadores del CNIO comprobaron que los nanobodies llegan a su objetivo con más facilidad. Además, su menor tamaño permite al cuerpo eliminar más rápidamente el radiofármaco.

Sin embargo, Mulero recuerda que aún hay que hacer frente a retos como el diseño de marcadores, la radioquímica o la traslación a la práctica clínica. Para desarrollar todo el potencial de la técnica, “hace falta más investigación y más colaboración entre científicos, profesionales clínicos y representantes de la industria”, concluye Francisca Mulero.

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